lunes, 16 de noviembre de 2009

MICCIONARIO


ANTI- ABORTO

La derecha no se raja
y con imprudente exhorto
ya definió el anti-aborto:
“La vieja es de quien la trabaja”.

REÑIR ES UNA FORMA DE PEDIR AMOR

El PRD está de acuerdo
que vivir con democracia,
nos obliga por desgracia
a expresar el desacuerdo
tirando tiros de gracia.

PEÑA EN PENA

Me da pena Peña Nieto,
pues no vino a lo que vino,
sino a ver cómo a Los Pinos
va a llegar uno más prieto.

NUEVA ESTATUA

Ya lo rumora la gente:
que de Murillo Vidal
se pondrá en el pedestal
otra estatua prominente,
y labrada en un durmiente
para que sea muy igual.

¿MIEDO?

El puente “Fidelidad”
ya está de nuevo en funciones,
lo probaron con camiones
que pesan barbaridad,
pero, digo, la verdad,
al usar su vialidad
se me arrugan los cojones.

jueves, 15 de octubre de 2009

ELEFANTES BLANCOS


“Los elefantes blancos no son comunes,
son como las gallinas que ponen huevo en lunes”
Renato Leduc.


Siendo presidente de la república Miguel Alemán Valdés, le encargó, nada menos que al eminente arquitecto Mario Pani Darqui, la construcción de un hospital para tuberculosos; corría el año de 1943, eran tiempos en que se creía que los tísicos se curaban respirando el aire de montaña cargado de resina de los pinares, y también era época en que los árboles de las faldas del cofre de Perote no habían sucumbido al hacha inmisericorde de los González Nañez. Ximonco fue el lugar ideal elegido por quienes estudiaron el terreno; allí se elevó en ocho pisos espectaculares el edificio con un diseño adecuado para sanatorio de los émulos de Chopin y Margarita Gautier.
Dos años duró el funcionamiento hospitalario, los que ahí murieron tuvieron la ventaja de que les quedó ya muy cerca la Gloria. ¡Bueno! las dos glorias, la eterna arriba de las nubes, y La Gloria congregación de Perote que se haría famosa en el siglo XXI como Sodoma en el XXI a.C. por el catastrófico nacimiento de la influenza porcina en los pulmones del niño Edgar Enrique Hernández, sobreviviente (como Lot) del ataque del virus H1N1 y de la megalomanía del gobernador Fidel Herrera Beltrán que le mandó a hacer una estatua… o sea que se libró de la influenza pero no de la influencia.
El gran edificio, a pesar de su costo, fue abandonado por muchos años, hasta que en 1959 se estableció una Escuela Normal Rural Federal a la que se le puso el nombre del político tuxpeño “Enrique Rodríguez Cano”. Duró diez años como normal y luego por algunas anormalidades se volvió a abandonar. Otro tiempo fue escuela técnica agropecuaria y taller de hilados y tejidos. Desde hace varios sexenios pululan dentro del monumental edificio fantasmas, la llorona y otras ánimas del purgatorio. Miguel Alemán Velasco, en su período de gobernador de Veracruz, lejos de intentar rescatar el “elefante blanco” que hizo su padre, decidió hacer el propio. ¡Cómo iba a quedarse atrás!
El “Agrocentro siglo XXI” construido por Miguelito Jr., (2004) cerca de la garnachera población de Rinconada, tiene varias similitudes con el hospital de su papá: Costó más de noventa millones de pesos, se ubicó en un paraje al que sólo se llega sudando la gota gorda si no se es gobernador para arribar por aire en helicóptero, es una garnachota inútil o más bien parece un comal de garnachas volteado al revés, aunque la gente que pasa a la distancia lo ha motejado como “el armadillo” por la reluciente caparazón que brilla en lontananza desde que toma uno la pendiente de Rinconada; sólo se llenó el día de la inauguración, desde entonces tanto Miguel como Fidel han buscado algún incauto cliente que se ocupe de él y se haga cargo del costo que representa su mantenimiento. Lo andan vendiendo porque una vez quisieron regalarlo a los industriales jarochos y no lo aceptaron. Es otro elefante blanco sembrado a lo pendejo y abandonado por incosteable.
Si Freud no descubrió y le puso membrete a esa compulsión de tirar el dinero construyendo adefesios inútiles, los herederos de Alemán deberían ofrecer su nombre para tal efecto: “Síndrome de los Migueles”. Cabría dentro de la clasificación de las megalomanías de atar, en las que el afectado se cree Hércules llevando a cabo las doce hazañas que le impuso el oráculo de Delfos… pero con dinero de los contribuyentes… o sea de nosotros.

miércoles, 14 de octubre de 2009

REQUIEM PARA EL PRESIDENCIALISMO.

Así como Dios,
alguna vez sentado
a dos carrillos
en el trono más alto de los cielos,
mandaba desde atrás de su infalible dedo
y todos los demás obedecíamos,
(porque la monarquía
cacicazgo o reinado o satrapía
tan sólo la ejercía
Dios caudillo, omnímodo y supremo)
Así una vez
por años floreciera
a imitación del cielo
en este nuestro suelo de subsuelo,
un dictador falaz y omnipotente
que simulando el voto de la gente
se hacía llamar, con bombo,
Presidente.

Y era la viva imagen del supremo
el señor mandamás,
el de mayordomía indiscutible
el Tatiaxca mayor,
el infalible,
el intocable,
rodeado de su estado mayor.

Alzando la falange de su índice certero
siempre daba en el blanco… o en el negro.
No había pa’donde hacerse
no había merced,
ni pa’ti, ni pa mi, ni para usted…
había que andar, con tiento y disimulo…
con el culo pegado a la pared.

Los hijos y entenados,
todos de la revolución del centenario,
“electos” presidentes, diputados,
gobernadores, preciosos o precisos, solapados,
o somnolientos miembros del senado,
ministros de la Corte… de la tremenda Corte
bien pagados,
o ungidos, vitalícios
líderes sindicales
¡charros y millonarios!
Componían la cohorte
del que fuera inquilino
en turno sex-anuario de Los Pinos…
aunque primero y acaso por recato
cuatro años sólo,
durara el “maximato”…
mas los que se añadieran el siguiente
sumiso candidato
a presidente de un solo sufragio.

Nadie tenía más fuero que su fuero,
nadie tenía más sueldo que su sueldo,
nadie decía que no cuando pedía
y nadie se negaba a obedecerlo.
Y así vivimos setenta y tantos años,
PRImerizos en cosas de gobierno
a imagen semejante de los cielos.

Pero el sistema envejeció, por suerte
la corrupción se les ahogó en sancocho
y al llegar el fatal sesenta y ocho
se volvieron aliados de la muerte.
Ahí fue donde
se firmó la debacle del sistema,
pataleando por casi cinco lustros
sintiendo su final ya no tan lejos
aceptaron el pírrico anatema
de injustos,
con tal de no pasar como pendejos.

Pero nada valió
se le fugó el poder al presidente
se le fue de las manos a Vicente
para suerte y fortuna de la gente
y el pueblo respiró.
Se burló de su imagen;
de su señora,
que opacó su buen ver con la ambición
de emular a Isabel la de Perón.

Y la risa del pueblo fue el castigo,
no pudiendo otra cosa, nos mofamos
del rancho, de las botas, del ganado
y de los sinvergüenzas entenados;
de todo se burló el pueblo sonriente
y se olvidó cuando pasó Vicente.

Así el poder cambió de domicilio,
se fragmentó en parvada de huilotas
se alejó de los pinos e hizo amagos
de buscar otros cielos y otros lagos.
Nació con fuerza así un nuevo concilio
que por sus siglas se llamó CONAGO
allí se arracimaron treinta amigos
cual más merecedores de presidio.
(o sea, de presidir dicho concilio).

Los ministros de la Supina Corte
mirando ya en la nave velas rotas,
le brincaron también como resorte
sin ver la dimensión de sus nalgotas,

Se agotó el poderío de un solo hombre
se disipó la fuerza de su dedo
y en el nombre del pueblo
se atrevió a gritotearle
hasta el desangelado Muñoz Ledo.
Más eso no fue el pedo
sino que los partidos siempre atentos
a sacarle tajada a la carroña
a jugar se pusieron a la roña
para cogerse… los mejores puestos
y regar sin pudores su ponzoña,
sin aceptar sanciones ni denuestos.
Fuero y poder, así se llaman estos
favores consignados por la historia.

Y ya siendo la silla un vil cajón
de bolero aventado en un tugurio,
por pura inercia subiose Calderón
chaparro al que apodaron “El espurio”.


Mas no pudo acercarse a la hornacina
del salón de sesiones del congreso
y viendo que el mitote estaba grueso
aceptó penetrar por la cocina.
Así disimulando su gran mohína
protestó sin pensar, por el deceso
de presidencialismo que termina.

El pueblo,
esperanzado pueblo,
entre ingenuo y huraño,
creyó mirar que ese poder de antaño
se aposentaba hogaño
entre escaño y escaño.

Nació una expectativa redentora
estaba ahí nuestro representante
con la ley en la mano…
Pero, con eso y todo
el pueblo siguió ajeno y expectante.

El altavoz con retumbar audible
sin asomo de un gramo de impaciencia
calmadamente la lista de asistencia
nos hizo comulgar con lo increíble:
en la mullida piel de los escaños
sin menor disimulo,
arrellanaban su gastado culo
los mismos diputados de ha doce años:
Chuaiffet, Porfirio, Víctor Flores,
Beatriz Paredes, Laura itsel Castillo
y otra manga insufrible de vivillos
cual vergonzosa penca de coyoles,
“vuelve a la vida” en un coctel de pillos

Baste un botón
para poner ejemplo
de lo que está ocurriendo en el congreso
en ese que debiera ser el templo
de la ley, del honor y del esfuerzo,



Ahí están los de siempre
haciendo un amasijo de perversos.
procurando que el pueblo pague impuestos.
Ya ni llorar es bueno,
ni acercarse a la iglesia por consuelo…
Ahí cobran el diezmo.

jueves, 17 de septiembre de 2009

viernes, 4 de septiembre de 2009

PRÓFUGAS DEL TOMPIATE

Recién iniciado el período de sesiones de la LXI Legislatura, ocho diputadas electas y selectas: cuatro del verde, dos del PRI, una del PRD y otra del PT, pidieron licencia para que sus respectivos suplentes, todos hombres machos del sexo masculino con tompiates y demás atributos secundarios, ocupen los escaños diputadiles en donde ellas pudieron haber dejado la huella de su vocación política.
Desbandada de tales dimensiones, hace suponer que atrás de ella existían arreglos, concertaciones y tranzas para llenar la cuota de género en el período de elecciones, y una vez ganado el espacio se aplicase el consabido principio político de “quítate tu para ponerme yo”.
Resulta alarmante el hecho de que semejante truco esté tan difundido entre los partidos y que, haya damas, mujeres, del sexo femenino con ovarios y demás atributos secundarios, que hubieran aceptado una componenda tan ajena a la regla.
Siempre nos había parecido injusto y ofensivo llamar prófugas del metate o prófugas del petate a las señoras que no se dedicaran a las labores “propias de sus sexo” como decían los antiguos escribanos de los juzgados y notarías, pero la componenda ahora visible, pone en un entredicho razonable a estas diputadas electas que enseñando el cobro, le dejan su lugar a sus sinvergüenzas soplantes… perdón, suplentes. De los partidos ya ni se diga, todos sabemos que no tienen principios éticos… ni madre… o quizá tengan madre suplantada.
La corrupción ha cundido llenándonos de desesperanza y desilusión. No quisiera ver pasado mañana a Beatriz Paredes pidiendo licencia, porque entonces si, no nos quedaría más que volarnos la trampa de los sexos.

viernes, 14 de agosto de 2009

EL HÁBITO NO HACE AL CAFRE

Eduardo Patiño Leal, obispo de la diócesis de Córdoba, Ver., pasando por Huatusco atropelló con su automóvil y mató a doña Reina Menchaca, hirió a otras seis personas, causó daños en propiedad ajena de particulares y bienes de C.F.E., el jueves 13 de agosto 2009.
La primera impresión y expresión que me atropella a mí también es preguntarme: ¿venía apurado? ¿Venía borracho? o ¿venía pendejeando divinamente? Y la respuesta es inmediata: Las tres cosas. Venía como alma que lleva el diablo, dicha sea con perdón por tratarse de un purpurado bienquistado con dios, pero según las notas de los medios, que no periciales porque parece ser que no se apareció ningún perito de tránsito en el lugar, venía metiendo la pata… en el acelerador, desde antes de llegar a la zona del accidente, porque estaba llegando atrasado a una reunión del Decanato. A la hoy occisa la arrastró cinco metros, según el noticiero, de lo que se infiere que no sólo venía a velocidad inmoderada sino que, no pudo controlar dirección ni velocidad del vehículo, lo que conduce en buena lógica a entender que se apendejó… a no ser que, el homicidio no fuera imprudencial sino perfectamente intencional y dirigido a doña Reina Menchaca, lo que es improbable hasta el momento.
A veces el vino de consagrar suele ser bastante pegador, pero para no faltar a la verdad, habrá que esperar los peritajes de los médicos forenses, sobre alcoholímetro y otras circunstancias que rodearon al caso, para afirmar o negar que el obispo venía pedo.
En las entrevistas hechas por los corresponsales de televisión, lo que conmueve es la consternación de las autoridades pueblerinas que tomaron conocimiento del asunto; de pronto el temor reverencial les congeló en la boca y les volvió tabú palabras como obispo y homicidio; se notaban mucho los ridículos circunloquios en que caían con tal de no poner en claro que el que había matado y herido a varias personas en el área de mercado callejero de Huatusco era un obispo cafre, urgido y despistado.
En dos diferentes medios se habla de dos diferentes costos de la fianza para salir de la cárcel: noventa mil pesos en gobernantes.com y cuatrocientos cincuenta y siete mil pesos en alcalorpolítico.com, posiblemente esta cantidad incluye pago de reparación de daños físicos y morales. El cepillo de las limosnas ni siquiera lo resintió. Si se hace notar con un dejo de resentimiento el hecho de que las autoridades hayan permitido el acceso a defensores en un estado de la indagatoria que, a personas comunes y corrientes no sólo no se les permite, sino que se les obstruye. Igualmente la presencia de altos funcionarios de la administración como el subsecretario de gobierno, pero… ¡Bueno, las autoridades tienen que suplir las deficiencias y descuidos de nuestro señor!

martes, 23 de junio de 2009

FE, CONFIANZA, DESCONFIANZA Y BAJO FIANZA

Desde la antigua Grecia, los filósofos pensaron que los seres vivos y aún las cosas, tenían un modo bueno de manifestarse ante el mundo y llamaron virtud a ese impulso inmanente. El agua tiene la virtud de quitar la sed, también el vino; la menta refresca el aliento y la cicuta tiene la virtud de matar a los disidentes. Así encontraron cuatro virtudes orientadoras, dignas de señalar el derrotero de los seres humanos y por eso las llamaron virtudes cardinales: la prudencia, la justicia, la fortaleza y la templanza que son a su vez principio de otras contenidas dentro de estas. Durante muchos años la certeza de este pensamiento guió las acciones de quienes aspiraron a la perfección.
Pero nunca falta un prietito en el arroz; llegó la decadencia con la invasión romana y ya deambulando por la noche del oscurantismo, alguien mal intencionado se inventó tres virtudes que llamó teologales porque estaban atribuidas a dios y no al ser humano solamente; esas tres virtudes fueron la fe, la esperanza y la caridad; virtudes que como dios, no existen a pesar de que todos hablen de ellas y afirmen categóricamente sentirlas o presentirlas.
Como es obvio, el tema da para escribir varios aburridos volúmenes, pero el espacio concedido a esta colaboración, sólo permite que me ocupe de la fe, abusando de la buena fe de mis lectores y porque es el tópico del momento en este domingo electoral.
La fe es la primera y la peor intencionada de las tres virtudes teologales, los textos la definen como “Una luz y conocimiento sobrenatural con que sin ver se cree lo que Dios dice y la Iglesia propone”. Mueve a risa la pretensión de explicar con esta antinomia la existencia de algo que contiene cosas inexistentes como “conocimiento sobrenatural” y “dios”; la definición es extralógica, absurda, tonta… pero útil para quienes la usan como vehículo de control, dominio y explotación de los irreflexivos, para no llamarlos de peor manera.
En el afán de definir lo indefinible, han equiparado la fe a la creencia, a la confianza, y a la certidumbre. Creer es aceptar algo sin analizar, sin estudiarlo, o cuestionarlo; tiene que ver con el dogma, se acepta sin discusión y ya. Esta actitud conviene a quienes engañan y perjudica a quien supone que con ello obtendrá algún beneficio. La fe asociada a la creencia es el viejo truco de la Iglesia, de todas las iglesias y es el modus vivendi de los vivillos; gracias a ella los templos más ricos del mundo los han hecho las iglesias con dinero de los imbéciles que suponen que aquí en la tierra se puede comprar un lugar en el cielo. La fe asociada con la confianza o fiducia como la llama la banca, es la trampa en la que nos hacen caer los banqueros que de ese modo pretenden convencernos de que no podemos vivir sin ellos, al grado de que invertimos, para rescatarlos de su propia trampa, grandes cantidades de dinero que pudiera tener mejor destino. También la confianza nos la juegan como dedo en la boca quienes reclaman nuestro sufragio en las urnas electorales, a cambio de alguna promesa que sabemos que no llegará nunca. La fe asimilada a la certidumbre es uno de los juegos más crueles: tenemos que hacer una maroma mental para empatar fe y certidumbre porque son conceptos contradictorios, ante la certeza la fe es completamente innecesaria y viceversa, quien pone en juego la fe, se enceguece ante la verdad, incluso la niega.
Hoy poner la esperanza, que es la segunda virtud teologal, en la fe pública que da un notario, respecto a las promesas de campaña de los candidatos a diputados, y con eso ganar la seguridad de que cumplirán lo prometido, me parece una broma tan inútil y falsa, como el hecho de usar el verbo dar, para vender a muy buen precio algo de lo que no están seguros ni los mismos fedatarios.Moraleja: eso de que “la fe mueve montañas” es sólo un promocional para agarrarnos de pendejos.

domingo, 10 de mayo de 2009

HUBO UN TIEMPO

Hubo un tiempo en que las madres le soplaban a la cucharada de sopa que se iba a comer su pequeño hijo, para enmendar el desperfecto de haberla calentado demasiado, porque no sabían lo que se sabe ahora, que ese amoroso soplido era la vía de contagio de enfermedades tan letales como el mentado AH1-N1 alias influenza porcina.
Cuantas madres habrán visto agonizar a sus hijos sin tomar conciencia de que ellas mismas los habían mandado a la gloria… celestial; no a La Gloria, congregación del municipio de Perote, Ver., donde las porquerizas Carroll crían puercos protegidos del posible contagio de la influenza humana, que despiden en toses y estornudos los infectos habitantes del lugar.
Hubo un tiempo en que los cumpleaños de mexicanos y mexicanas, fueran infantes, jóvenes o abuelitos, se celebraban con el consabido pastel sobre el cual se colocaban velas encendidas, tantas cuantos años cumpliera el festejado y éste, sin el menor escrúpulo cometía el atropello de soplar sobre el pastel, a veces con visibles gotas brillantes de saliva, para apagar el fuego de las candelas. Ocurría que cuando por lo avanzado de la edad del celebrante, ya no soplaba con la fuerza necesaria, tenía que repetir la acción escarchando de saliva el merengue de la tarta.
Hasta ahora nadie ha consignado ni puesto en estadísticas las muertes por comer pastel soplado e involuntariamente esputado por los cumpleañeros de este kafkiano país.
Hubo un tiempo en que los fieles que asistían a misas y rosarios en este católico solar patrio, se untaban agua bendita contenida en una pila donde todo mundo metía los dedos para untársela en diferentes partes del rostro. En algún momento intermedio de la ceremonia se estrechaban las manos amorosa y efusivamente, y al terminar el ritual pasaban a tomar con la boca la hostia que el cura a mano “limpia” le ponía en la lengua. Nadie se ponía averiguar si el ensotanado se había lavado las manos siguiendo las recomendaciones de los expertos en salud. Todos asumíamos que la bendición del agua, y la consagración del pan eucarístico, equivalían a esterilización. Todavía no sabemos si la duda es un pecado fuera de lista.
Hubo un tiempo en que besarse era una expresión de amor, sólo estaba limitada por los reglamentos municipales si se hacía en público, como por ejemplo en el callejón del beso en Guanajuato, pero las reglas de higiene no proponían ningún límite. Las películas norteamericanas nos enseñaban que el mejor beso era en la boca, abriéndola y hurgándole y removiéndole con la lengua la placa bacteriana de la pareja que amorosamente debía hacer lo mismo. El beso dado con los labios fruncidos, era de reprimidos o simplemente de saludo, costumbre social que distinguía a los de “la alta”.
¿Cuántos muertos habrá habido, asesinados por un simple beso, desde tiempos en que los más avistados como Emilio Zola sólo había previsto que la tísica Margarita Gautier no contagiara a Armando Duval de la ya ahora perfectamente curable tuberculosis?
Hubo un tiempo en que los seres humanos follaban arrebatados por la pasión, sin precaución alguna, tiempos en que todos los hijos eran deseados; el calificativo de indeseados sólo se aplicaba a los chancros y a las ladillas.
Hoy que las reglas de higiene son más importantes que los diez mandamientos, pudiera pensarse que es el aviso del fin del mundo que los profetas dejaron escrito.

sábado, 2 de mayo de 2009

CINCO TAPA BOCAS

H1-N1 O SIDA

Ni esputo ni cagarruta
debe hacerse en las aceras
pues quien los pise, de veras
se contagiará en la ruta
de quien, sin entendederas
nomás a lo bruto esputa.

ANTIVIRUS

Preguntaba un comensal
en restorán de buen ver:
¿Cómo se puede comer
sin retirarse el bozal?

COMO EN BOTICA

Un licenciado pedote
sin resistirse a su vicio,
compró en tienda de servicio
cubre-boca con popote.

PROTEJAMOS LA FAUNA

Mis argumentos son obvios
y espero que a nadie asombre:
la enfermedad, en el hombre
es salud, en los microbios.

YA SOMOS DEMASIADOS

Habrá que decir la neta,
con el humor más ufano:
Por desgracia el ser humano
es la peste del planeta.

domingo, 26 de abril de 2009

OMISION FECAL

En el mensaje que Felipe Calderón difundió por los medios apenas a su alcance, con el propósito de controlar la andancia de la influenza porcina, recomendó expresamente a los mexicanos no darse la mano, no besarse, cubrirse la boca con pañuelo o el doblez del antebrazo para estornudar o toser, no concurrir a lugares donde se aglomera la gente tales como, espectáculos de diversión, antros, autobuses y escuelas; pero omitió mencionar dos cosas: la primera: misas y otros eventos religiosos donde invariablemente los feligreses se aglomeran, se dan la mano, besan la mano cochina del cura, besan imágenes o trapos de imágenes que han besado antes cientos de personas, se untan de agua bendita en la que han metido los dedos cientos o miles de otros fieles de dudosa higiene y salud. La segunda cosa: mítines políticos donde los asistentes se abrazan, se ensalivan la oreja, se palmean los lomos, se dan la mano con dos o tres garigoleos o apretones cifrados y frecuentemente hasta orinan o defecan al aire libre.
¿Por qué Fe Cal no mentó de manera expresa estas dos circunstancias a pesar de su claro compromiso en el contagio? ¿Lo omitió intencionadamente o por simple descuido? ¿No quiso en el caso de los eventos religiosos pintarle una raya más al tigre de Bengala? ¿Sintió tal vez, en el caso de los partidos políticos, que el poder preserva del contagio? ¿Por qué la Secretaría de Salud no ha mandado a cerrar los templos donde se amontonan miles de penitentes, como lo hizo con las escuelas? ¿Por qué la basílica de Guadalupe permanece en funciones, a pesar de que el hacinamiento de creyentes de procedencia incierta es mucho más nutrido e incontrolable que en los colegios, antros, conciertos y plazas de toros?
Nada de eso suena lógico, lo que parece razonable es que, muy a pesar de afirmar que estaba hablando con la verdad, estaba muy conciente de que mentía, de que estaba diciendo verdades a medias, quizá por eso insistió innecesariamente en la veracidad de sus afirmaciones.
Creo que Fe Cal por su formación religiosa y política, que en su caso son la misma gata nada más que revolcada, no ha querido exhibir a la Iglesia como vector altamente contaminante de enfermedades, no sólo físicas sino peor aún, mentales, ni a los paridos políticos, principalmente el suyo, que ahora se encuentran en medio de una descomunal refriega a la que han llamado eufemísticamente contienda electoral.
A la gente razonable le debe parecer que los principales eventos que deben cancelarse para evitar el contagio son estos: mítines políticos, misas y procesiones, ¿o qué? ¿Vamos a esperar a que la Iglesia emita un escapulario o una oración que conjure al virus de la fiebre porcina como ocurría en la edad media con la lepra? ¿Tenemos acaso que poner las esperanzas en los resultados de las elecciones para que no llegue a la cámara ningún cerdo virulento?
Señor Fe Cal, componga su discurso y repítalo corregido y aumentado, que la influenza porcina está como la parroquia de san Pedro Apóstol de Xalapa: no tiene cura por el momento.

viernes, 27 de marzo de 2009

LA ÚLTIMA NANÁ

Ahora ya se puede hablar sin rubor y sin rumor, de un asunto que hasta hace muy poco tiempo era vergonzoso en nuestra cultura moralina occidental: el escalamiento social y económico de muchas mujeres mediante el tráfico de las labores propias de su sexo, y podemos abordar el tema sin tapujos porque ya no ofendemos a nadie, ya no existe esa práctica milenaria, gracias a la democratización y a la igualdad de género que después de la segunda mitad del siglo XX cobra observancia general. Hoy por hoy el trato entre mujeres y hombres no distingue; los rincones de las aceras, los asientos del autobús, la cocina de la casa son para todos. Ya no hay adjetivos ni pronombres comunes sino que oradores y oradoras deben referirse a ellos y ellas, ya no hay prioridades y están por acabarse las cuotas de género en los partidos y en los encargos públicos; así como en el hogar, el trabajo que antes estaba reservado a las mujeres ahora lo hacemos todos por igual, con deshonrosas excepciones, también en la oficina, en la fábrica, en el ámbito oficial y aún en la calle, las tareas no tienen reserva o destino por género. Betty la fea no es televisivamente discriminada por mujer, sino por fea. El hombre poco a poco se ha ido haciendo inmune a los encantos femeninos, y la mujer va siendo cada vez más libre y autosuficiente, de modo que ya no hace falta atenerse a otro u otra para obtener lo necesario como lo fue durante tanto tiempo.
La última víctima anacrónica de la vieja práctica está en la cárcel: Irma Serrano, alias La Tigresa. Pero doña Irma no entró al fresco bote por esa lucrativa práctica de ganarse el pan con el sudor del de enfrente, sino por las secuelas de influyentismo que le dejó la abundante saliva de don Gustavo. Creyó que podía cometer el delito de despojo impunemente, arrebatando a calzón quitado a una inquilina un bien alquilado, del que ella no podía disponer, aunque fuera dueña y la inquilina si. Creyó que el ángel de la guarda de sus mejores Díaz la resguardaba de sus malas acciones, se le olvidó que el México de ahora ya tampoco es como el México de ayer donde el fuero se obtenía por contagio venéreo.
Todo México conoce la vida de La Tigresa y la comenta en tono de burla, chistes de cantina, anécdotas curiosas y hasta mofas públicas de las que, para mi buena suerte me tocó ser testigo. Pocos recuerdan en abono a su escasa posibilidad de defensa, su ardiente juventud, la belleza de la que hizo gala en el cine nacional, su voz vibrante porque no cantaba nada mal las rancheras, la capacidad histriónica con que se lució en pelotas en el papel de la Naná, de Emilio Zolá en versión abusiva y corrugada, que nadie mejor que ella podía haberla interpretado como vivido. Se le recuerda frívolamente porque todos esos atributos los puso a remate del mejor postor y tuvo la suerte de que, como dice el dicho: “el cochino más trompudo se llevara la mejor mazorca”. Ella misma en multitud de entrevistas nos hizo saber su intimidad con el presidente de la república. Muchos se lo creyeron y sin lugar a dudas, como el PRD, le ofrecieron la candidatura a la gobernación de su natal Chiapas y el escaño en el senado de la república, sin reparar en su ausencia de sesos, dicho sea con la misma disculpa de la fealdad de Betty, o sea, no por mujer, sino por bruta. Ha orgullo ha tenido su condición de dama de compañía talámica que le permitió atesorar la riqueza suficiente para, emulando a García Lorca, llevarse al río a mozuelos que no tenían marida, aunque en este caso se sabe que los lleva a la alberca de su casa y los acuesta en la cama que alguna vez fue de la emperatriz Carlota, regalo del susodicho. Ahora en arraigo domiciliario… la justicia ha echado un pez (celacanto) al agua.
Pero bueno, todo esto para saludar la cultura que hoy nos permite encontrar hombres y mujeres que no necesitan que se les mantenga, nada más que se les entretenga.

lunes, 23 de marzo de 2009

NEPOTISMO CELESTIAL

Se ha acusado a algunos presidentes municipales de este sufrida y suave patria, de que además de dedicar su valioso tiempo a hacer la cocada o el caldo largo más ancho del mundo, han logrado hacer la nómina de parientes mas nutrida del mundo y sin intención de batir record de nada, sino por la pura mala enseñanza con la que nos catequizó la iglesia católica, pues en verdad, si de alguien aprendimos a favorecer a los familiares fue de esa institución milenaria que nos ha mostrado que el cariño que no se refleja en la nómina no es verdadero cariño; algo así como el amor a primera lista. Y si no me creen, reflexionen nomás tantito: El mero mero mandamás de este universo y planetas que lo acompañan es Dios y digamos que su palacio municipal es el cielo o la gloria o el paraíso o como usted quiera llamarle, desde donde gobierna pero no solo sino bien acompañado, nada menos que a su diestra está su único hijo o unicuijo como dicen en mi pueblo. ¿Qué nos enseña este dúo de mandamases? pues que el mando puede compartirse siempre que haya estrecho parentesco. Pero no queda ahí la cosa, sino que en la divina nómina aparece toda la parentela del hijo, que no del padre porque ese es único y sólo tiene al vástago como pariente, pero éste tiene a todos sus consanguíneos en puestos de cobro, a algunos como patronos, a otros como hacedores de milagros, a otros más como simples gestores, pero a todos como santos dignos de adoración, reverencia y limosna que para los santos viene a ser como la raya para los albañiles, la quincena para los burócratas, la mesada para los regidores o la dieta para los diputados.
La lista de parientes beneficiados la encabeza la mamá del único hijo, ella con un elevado cargo de intercesora hace uso (tráfico) de la gran influencia que tiene en los altos niveles jerárquicos, además se reviste de la categoría de madre y benefactora de todos, algo así como la presidenta del DIF celestial. Luego viene pero ya muy de lejos don P. P. o Pepe quien con calidad de santo cumple una función de padre putativo muy decorativa aunque un poco triste. Siguen los santos entenados como Santiago también conocido como Jacobo o Jaime, patrono de muchos pueblos que en su honor llevan su nombre, Tomás o Dídimo el gemelo oculto que inspiró a Dumas la novela de la máscara de hierro, quizás no sólo para novelar sino para denunciar el drama cristiano, en tiempos en que no se podía hablar con claridad. Pedro es otro de los entenados con un lugar importantísimo tanto aquí abajo (en el Vaticano) como allá arriba, con el encargo de portero de la municipalidad celeste. Luego vienen los santos suegros Ana y Joaquín con quienes se logra un grado superior de refinamiento en el nepotismo, sólo alcanzado aquí en nuestro planeta por personajes como Elba Esther Gordillo y Amalia García, quienes han regado y abonado su frondosa enredadera genealógica hasta convertirla en una hiedra pegajosa adosada a la pared del presupuesto nacional.
Algunas tías y primos también han logrado muy buen lugar en las santificadas listas de raya como Juan el bautista y su madre Isabel, a pesar de que ya forman parte de la línea colateral de parentesco. Algo parecido puede decirse de otros propincuos y parientes por afinidad del único hijo, como son los hermanos Magdalena, Martha y Lázaro, quienes ubicadazos en la nómina disfrutan de la dedicación de pueblos, rancherías, CeReSos y estaciones del metro.
Creo que con lo anterior, queda demostrado que, lejos de que nuestros munícipes estén cometiendo algún atropello ilegal, están poniendo en práctica lo que nos enseñaron nuestros progenitores, así que ¿cuál tos?

jueves, 12 de marzo de 2009

LAS VIVAS DE JUÁREZ

Este textículo, tiene el propósito de aclarar que “las muertas de Juárez” no tienen nada que ver con el Benemérito, lo que ha pasado es que esos casi ochocientos homicidios que a lo largo de doce años se han venido sucediendo en la tierra de Tintán y de Teófilo Borunda (con quienes tampoco tienen nada que ver), han hecho todavía más famoso el apellido de don Benito. Ciudad Juárez se llama así desde 1888 por decreto de don Porfirio Díaz, a honras de que en agosto de 1865 el presidente más correteado de la historia mexicana estableció ahí la sede de la república que tanto defendió para nosotros; hasta entonces el lugar se llamaba Villa Paso del Norte.
Amnistía Internacional es la institución que ha usado el penoso nombre de “Las muertas de Juárez” para referirse a la indignante ola de muertes sin responsables directos visibles, aunque las sospechas más creíbles conduzcan hacia misóginos fanáticos, fundamentalistas que creen estar haciendo un bien con el exterminio del género que induce a la tentación y al pecado pero que se ocultan quizás tras de la poderosa influencia de la Iglesia.
Benito Juárez García el hombre, invariablemente trató a las mujeres con el mayor comedimiento y respeto. Hay que considerar que eran tiempos en que la mujer debía estar en su casa, pero a los esposos de sus hijas, los incluyó en la nómina oficial o en la lista de proveedores del gobierno, como a Delfín Sánchez, esposo de Felícitas Juárez, quien se convirtió en el principal contratista del ministerio de guerra. Así también a José, hermano de Delfín y marido de María de Jesús, una de las gemelas hija de Benito, y a Pedro Contreras Elizalde, esposo de Margarita quien a pesar de ser cubano lo hizo diputado y luego alto funcionario de la comisión de educación pública.
Cuando se habla de Juárez, dos damas se destacan por su nobleza, carácter inquebrantable e inteligencia, dentro del torbellino que fue la guerra de reforma y el segundo imperio mexicano: la emperatriz Carlota Amalia (mamá Carlota para el pueblo) y la princesa Salm Salm.
La primera, porque antes que su iluso marido, vio venir el doloroso desenlace que tendría su aventura y emprendió un viaje sin retorno para defender a su esposo, a pesar de las desavenencias matrimoniales y a su imperio tambaleante, ante un Napoleón (III) apócrifo, y ante un Papa misógino y misérrimo (Pío IX) que, como siempre y como todos, sólo sabía obtener pero nunca otorgar. Su angustia devino en locura y ésta en una cruel longevidad de la que han dado cuenta infinidad de escritores.
La segunda a quien me referí fue la princesa Salm Salm, cuyo nombre de soltera fue Agnes Elízabet Winona Leclerc quien por defender la vida de su marido que era jefe de guardias de Maximiliano y de paso la del archiduque, no tuvo empacho en postrarse ante el indio de Guelatao y suplicar arrodillada por la vida de ambos. Ella misma cuenta en su libro titulado “Diez años de mi vida” que al presidente se le llenaron los ojos de lágrimas, pero la respuesta fue un justificado y doloroso no.
Traigo estos datos a colación tratando de conjurar el feo rubro de “las muertas de Juárez”. Yo creo que es reivindicativo hablar de “las vivas de Juárez”

EL BENEMÉRITO Y LA PRIMAVERA

“Es feo pero muy bueno” decía doña Margarita Maza, de Juárez y quizá para conjurar esa fealdad apagaba la luz, lo que seguramente aprovechó el benemérito cuando menos en doce ocasiones, a juzgar por los doce hijos (9 mujeres y 3 varones, una de ellas jarocha: Jerónima Francisca ), que tuvieron a bien confeccionar; lo que por otra parte demostró que don Benito no sólo gobernó a salto de mata, sino que entre salto y salto a veces se amatojaba para darse tiempo de acrecentar la familia. Eran tiempos en que el hombre mandaba en su casa, y en el caso que nos ocupa, el licenciado mandaba en su casa y en la república tambaleante, pero república; así que la masa se daba al precio que él le ponía, y no estaba sujeta a especulaciones de oferta y demanda.
Con ese temperamento tan primaveral del licenciado, doña Margarita a los 45 años de edad, murió siete años antes que él. Guillermo Prieto y Joaquín Villalobos tuvieron a cargo las oraciones fúnebres de la entonces primera dama de la nación. Fernando Benítez, último biógrafo del benemérito, no consigna lo que expresó Prieto, pero no es difícil suponer que sólo dijo: “Los valientes no asesinan” frase muy hecha y estereotipada por el susto que le metió la tropa que llevaba órdenes de matar al presidente y a la que enfrentó tan valientemente. Y bueno, la frase podía pasar como oración fúnebre. Joaquín Villalobos por su parte, un poco desafortunado en la sintaxis dijo: “Margarita ha sufrido con la democracia y con la democracia ha gozado también. Jamás, ¡Oh si!, jamás la verdad y el orgullo la levantaron (sic) a la fatuidad y al despotismo” ¡Y bueno, era evidente aunque impropio hacerlo notar; para tener doce hijos en aquella época, se entiende que levantarse no era una práctica muy frecuente.
Antes que doña Margarita Eustaquia Maza Parada, que así era su nombre completo, Benito había estado casado con la señora Juana Rosa Chagoya con la que, atendiendo a su envidiable temperamento, había procreado a Tereso y a Susana Juárez Chagoya, pero esta esposa también había pasado a mejores a edad temprana. La mojigata historia oficial no la recuerda por el prejuicio estúpido de que los hombres ejemplares deben ser “unichochos”.
Me parece correcto hacer notar aquí, que los bustos erigidos en memoria de don Benito, son una verdadera injusticia, pues eliminan la parte del cuerpo que más puso en práctica el Benemérito, después del cerebro.
A manera de contraste, conviene ahora hacer notar el comportamiento licencioso, aunque discreto, del emperador Maximiliano. Este advenedizo de buena fe, cuando llegó a México traía una blenorragia contagiada por una linda mulata brasileña, por lo que había recibido ya, además del permanganato de sodio y otras ineficaces medicinas, el repudio de la emperatriz Carlota que dormía en cuarto separado, según contó José Luís Blasio el secretario privado del archiduque en su libro titulado “Maximiliano Intimo” en el que también cuenta sin decir nombres, de los deslices de multitud de damas de la alta sociedad mexicana que sin, y acaso con, la anuencia de sus maridos, cruzaban las portezuelas secretas del palacio de Chapultepec, del palacio de Cuernavaca y de los arriates del jardín Borda donde la mujer del hortelano se refocilaba con el emperador. Una pesquisa que siguiera la impronta de los contagios venéreos ocasionados por el príncipe, nos darían tema para escribir unas nuevas “Noticias del Imperio” con calificación XXX para adelantarle un paso a Fernando del Paso.
A mayor abundamiento, como dicen los abogados, si Maximiliano no hubiera muerto en el paredón, se hubiera vaciado en el bacín por el chorrillo que lo tuvo postrado los últimos días de su vida en cautiverio. En ese entonces no se hablaba del SIDA, pero para mí que de eso se hubiera muerto, si no se le hubieran atravesado los plomazos de la república.

viernes, 6 de marzo de 2009

HONRADA MEDIANÍA JA JA

Porque si Juárez no hubiera muerto, como dice la canción, se moriría ahora al saber que los ministros de la corte, de la que él fue presidente, ganan $633,000.00 seiscientos treinta y tres mil pesos mensuales, en nómina, sin contar otras prestaciones como bonos, viáticos, coche con chofer, teléfonos celulares, gastos de representación y algunos bonitos beneficios más, otorgados por sus lindas nalgas, que son las que más sudan, porque las caras las tienen muy baratas y no las sudan tanto.
Y como el mal ejemplo cunde, los consejeros del instituto federal electoral, que apenas ganan $177,000.00 ciento setenta y siete mil pesos mensuales. ¡Hágame usted el favor! pretendieron por unos días la homologación salarial con los ministros, aunque de pronto y sin decirnos porqué, se arrepintieron y dejaron las cosas como están, que de todas maneras su sueldo sigue siendo un escupitajo sobre la tumba del Benemérito de las Américas.
Si Juárez no hubiera muerto se tragaría ahora sus palabras que proponían un modo de vivir de los funcionarios públicos en la honrada medianía que él atribuyó al señalamiento de la ley, aunque debió de haberse referido mejor a la equidad, porque la ley es ahora un limpión en manos de los trapeadores por los que cada seis años votamos, o no votamos, pero que de todos modos dicen que ganan.
De cómo y de que murió Juárez, corren desde el mismo día de su muerte (18 de julio de 1872) varias versiones: La oficial cuenta que fue de angina de pecho; los chismosos dicen que los masones lo mandaron a envenenar y los intrigantes refieren que la iglesia católica mandó a darle mastuerzo. Para mí que se murió de un derrame de bilis cuando su lúcido cerebro imaginó el futuro del país que defendió con tanto ahínco. Díganme si no todas sus recomendaciones han sido trastocadas y violentadas:
Dejó dicho don Benito: “Los funcionarios públicos no pueden disponer de las rentas sin responsabilidad”. Pues ya ven ustedes que el Órgano de Fiscalización Superior lo más que hace es señalar quienes y cuanto se ratearon, hace las denuncias y la procuraduría se hace como tía Lola (que se hace pendeja sola). Nunca han detenido a un Hank, un Alemán, un Salinas, bueno, ni a los munícipes más rascuachos.
Dijo don Benito que “no se puede gobernar a impulsos de una voluntad caprichosa sino con sujeción a las leyes” y ya ven ustedes que los planes de desarrollo, sean municipales, estatales o federal, no merecen la menor atención, cada quien manda como Sancho en la Ínsula Barataria.
Dijo Juárez que “los funcionarios públicos no pueden improvisar fortunas ni entregarse al ocio y a la disipación” y vean ustedes que las partidas secretas están a la orden del día, y el que lo pone en claro se va para su casa; que el que le mete mano a la mitad es porque está manco como Obregón; que cual mas cual menos se asigna sueldos estratosféricos que contrastan con el salario mínimo del pueblo y que, con cargo al erario o sea nuestros impuestos, algunos cometen la sinvergüenzada de irse a ocho días a Brasil en tiempos de carnaval y todavía regresan a regañar a su tropa porque se fue el martes a Coyolillo.
La “consagración al trabajo” de la que habló el prócer, en estos tiempos se ha transformado en una conflagración del carajo. La crisis, la corrupción, el dispendio en medio de los barruntos de una hecatombe económica, la bursátilización para que el dinero “sude”, es una forma prostituida de ganarse el pan con el sudor del de enfrente. Pronto- y deseo fervientemente equivocarme- estaremos pagando las consecuencias de no haber atendido los apotegmas del mejor mexicano que ha dado…Guelatao.

lunes, 23 de febrero de 2009

SOCIEDAD DE COVIVENCIA

El impulso humano de atenerse a fórmulas preconcebidas y prefabricadas es muy fuerte, pero se sostiene gracias a la falta de imaginación o mejor dicho, a la pereza mental para encontrar nuevas formas o ver en las viejas modos distintos de ser utilizadas. A eso se debe el rechazo a la sociedad de convivencia que no es otra cosa que una novedosa aplicación del viejísimo contrato de sociedad civil, o sea, un simple acuerdo de voluntades para asociarse con un propósito lícito y no lucrativo.
Pocos son los conocedores de la ley, que saben que la sociedad de convivencia se puede hacer bajo el amparo de las normas ya existentes desde hace muchos años ante un notario público que de fe de lo acordado e inscriba el documento en el registro de sociedades civiles.
Lejos de eso, los urgidos están apurando a los diputados para que se apresuren a aprobar una disposición que le de existencia a las sociedades de convivencia, cosa que no es necesaria por lo que ya ha quedado dicho. Por otro lado, los que sólo ven una sola faceta de la sociedad de convivencia, que es la de las uniones homosexuales, se escandalizan también a lo tonto, porque no alcanzan a comprender que la sociedad de convivencia, aplicada a las relaciones heterosexuales, puede suplir perfectamente al engorroso matrimonio civil, como éste suplió al religioso en su momento.
La ilusión femenina de llegar al altar vestida de blanco o masculina de llegar al altar con una escopeta apuntada por el suegro en la espalda, hoy por hoy es una ridiculez y un anacronismo. Hace muchos años que se agotó el matrimonio como único y mejor destino de las mujeres y dignificación de los hombres. Los tiempos en que ellas se atenían a un marido para sobrevivir y ellos para ser servidos por ellas han quedado muy atrás. La libertad e igualdad entre géneros ha conducido a una sociedad equilibrada en donde las viejas formas matrimoniales son un estorbo en vez de una solución. La separación de la Iglesia y el Estado, en vigor desde las leyes de Reforma, echó abajo en México la institución del matrimonio religioso; el matrimonio civil ocupó el lugar del otro pero no se desembarazó totalmente de los formulismos y solemnidades acostumbradas en el suplantado. En la actualidad subsiste todo un ceremonial inútil y reiterativo que, de no llevarse a cabo, deja la sensación de que no ha habido unión formal.
Por otra parte, el concepto de familia que es el último anclaje del matrimonio, también requiere de ser revisado a la luz de las nuevas formas de vida social: La familia ya no es el prototipo cristiano de papá, mamá e hijo, para equipararse a la “sagrada familia”; hoy la familia la puede formar: 1: una madre y su o sus hijos, 2: un padre y sus hijos, 3: una pareja sin hijos, 4: una pareja homosexual, 5: un padre o madre adoptivo con uno o mas hijos adoptivos, 6: un trío, 7: dos parejas, 8: un quinteto, sexteto etc. He aquí ocho diferentes formas de familia que admiten más combinaciones y todas son legítimas y nacidas de la libertad y voluntad humanas. Insistir en la mongoloide idea de Melchor Ocampo de que la sagrada familia es la única forma legítima que surge del matrimonio de pareja, es desperdiciar todas las posibilidades que tiene el ciudadano moderno. Las leyes surgidas de pensadores claros e inteligentes nos han dado herramientas que no hemos sabido utilizar, ateniéndonos a las viejas fórmulas ficticiamente obligatorias. Yo creo que es la hora de asomarnos más allá de nuestro agujero y ver que el mundo es algo más grande de lo que alcanzamos a ver desde adentro.

martes, 17 de febrero de 2009

¿Y que madres le hizo el viento a Juárez?

Corre la costumbre en boca del pueblo, cuando advierte alguna leve amenaza, de decir que eso nos hace lo que el viento a Juárez. Por eso cabe preguntarnos y si es posible contestarnos: ¿Qué le hizo el viento a Juárez?
Conviene ahora aclararlo porque se escucha con frecuencia decir que la justicia a Onésimo Cepeda le hace lo que el viento a Juárez, así pues procedamos a tratar de dilucidar este asunto.
El 21 de marzo, como todo buen mexicano conoce, se celebran dos importantes eventos a saber: el equinoccio de don Benito Juárez y el natalicio de la primavera. Ninguno de los dos asuntos nos aclara qué madres le hizo el viento a Juárez, razón por la cual las desechamos sin ningún análisis más profundo.
En la azarosa vida de Benito (usamos el nombre de la manera más confianzuda, sin anteponerle el Don, para hacer notar que estamos hablando del personaje cuando era niño y encima indio), narrada por la profesora de segundo año de primaria, la única alusión que encontramos al viento es la de que el indio de Guelatao soplaba una flauta mientras cuidaba ovejas sobre islotes de tierra suelta que flotaban en un río, seguramente imaginario, porque recorrimos Guelatao en su busca y comprobamos que está más pelado y seco que el Bolsón de Mapimí, por lo que llegamos a la conclusión de que el rebaño, si lo hubo murió de inanición, aunque ciertamente el viento corre tan fuerte por esos rumbos, que bien pudo tocar la flauta sin necesidad de que hubiera un Benito pastor de ovejas de por medio.
Suponemos que la soplada de flauta y el pastoreo de ovejas también son imaginarias, porque después de esa única referencia histórica, en ningún momento de su vida sus biógrafos vuelven a mencionar la flauta ni el cuidado de borregos, por el contrario, el personaje adquiere un seño adusto propio y adecuado para busto de bronce, inicia sus estudios en un seminario con intenciones de hacerse cura, pero desiste de ello sin que la historia consigne el porqué, aunque suponemos que pudiera ser por los vientos de pederastia que soplaban intramuros. Se hace abogado, se casa con la patrona para dar origen a los argumentos de telenovela donde la sirvienta acaba durmiendo con el patrón, llega a la silla presidencial en tiempos en que se gobernaba corriendo a salto de mata, y ordena curar de un archifuerte chorrillo al ya de atrás tiempo archiblenorrágico archiduque de Austria, Maximiliano de Habsburgo, para poder llevarlo sano y salvo al paredón en el Cerro de las Campanas.
Respecto a la muerte de don Benito Juárez García se corren rumores contradictorios, algunos afirman que murió de muerte natural: angina de pecho, otros aseguran que sus compañeros masones lo mandaron a matar, muerte que en esos tiempos también era natural; pero en todo caso el viento tampoco tuvo nada que ver en la defunción de tan preclaro héroe civil, a no ser que el infarto hubiera comenzado como un soplo en el corazón.
Ante la imposibilidad de llegar a saber ¿qué madres le hizo el viento a Juárez? Consideramos prudente cerrar esta sesuda investigación e invitar a nuestros lectores a que, si alguno tiene la información que requerimos, nos la haga llegar a este blog con aires de grandeza.

jueves, 12 de febrero de 2009

LO QUE HOMERO DEJÓ EN EL TINTERO

Don Ulises llegó a su casa un poquillo achispado por el vino que le había ordeñado a su odre, torpemente se buscó la llave de la puerta entre la armadura y la arma blanda; como no se la encontró tocó y desde muy adentro se oyó la voz de doña Penélope que contestaba al grito: “Ya voy, nada más termino esta vuelta y ahí voy”. Ulises esperó impaciente, tamborileando la poderosa cuerda tensada de su arco con los dedos de la mano derecha. Penélope abrió e inmediatamente inició un regaño: ¿Qué apuración tienes? ¡No ves que si se me van los puntos no podré terminar la bufanda para este invierno! Ulises entre molesto y agradecido entró cerrando la puerta tras de sí y levantó cariñosamente por los aires a su amada; al instante percibió el gran silencio que reinaba en el domicilio. “No oigo que chillen las cazuelas” -reclamó a su vez, y la adorable señora de la casa ruborizándose, bordó un sin número de explicaciones, todas fundadas en la urgencia de dar fin a la susodicha bufanda.
-A ver, pruébatela- dijo Penélope al momento que se la echaba al cuello a su marido. Él acostumbrado a percibir cantos de sirena, sintió ofendido su sentido del olfato con el tremendo olor a chivo de la lana virgen con que la fiel Penélope tejía la prenda. Por su parte ella al acomodársela en el cuello, percibió también el masculino aroma de axila guerrera de su héroe y marido confundida con tufillos de cebolla y vino agrio. (No debemos olvidar que en ese entonces no habían aparecido los productos desodorantes y el baño apenas estaba en su etapa medicinal).
El aventurero dejó tras la puerta sus invencibles armas y se sentó en su butaque favorito para contar por enésima vez sus hazañas a la hacendosa Penélope que, simulando gran admiración, a cada dos minutos alzaba la vista del tejido para mirar al hombre con las anginas. ¡OH! Decía, y volvía a hundir la mirada en dos derechos un revés… dos derechos un revés, en el kilómetro diez y siete y medio de la dichosa bufanda. Ulises prefirió interrumpir su narración e ir a la cocina a calentarse unos tacos de ojo de cíclope que traía en sus alforjas, mientras ella continuaba su labor ininterrumpidamente; exprimió del colambre las últimas gotas de vino agrio y continuó su eterno relato con la misma tenue atención de su amada quien, en ocasiones en que él se detenía o se equivocaba, corregía o añadía secuencias, fechas, horas y otros detalles grabados en su memoria a base de las repeticiones. La noche helénica cayó de sopetón, Penélope encendió el pebetero de sebo de carnero que echaba y olía a rayos; el ambiente se puso muy romántico. La paz hogareña, la alta fidelidad de la amada, la luna en el firmamento; todo contribuía a exaltar los ánimos de Ulises. –Ya vámonos a acostar Penelopita- susurró, y ella acercándose a la vela: Espérate tantito, ya nada más remato esta vuelta para que no se me salgan los puntos. Pero Ulises no es hombre de muchas palabras ni de esperas, todo lo contrario, apenas si habla, es de acción y le requete fastidia que lo hagan esperar. Lanza un gruñido de advertencia; Penélope se levanta de su salea de borrego merino y acaricia la barba enmarañada de Ulises, le besa la frente, lo recuesta sobre las almohadas rellenas de plumas de ave roc, le mete un gancho entre las barbas y le teje una bonita y larga trenza que le queda como babero pelirrojo. El héroe monta en cólera a falta de otra cosa, zarandea a Penélope cogida por los hombros, ella chilla: “Salvaje, que me sacas los puntos”. Se desase de los crispados dedos del amante y se retira enfadada al rincón más apartado de la casa. Él la persigue sin tregua, acostumbrado al acoso sin un instante de vacilación y sobre la misma bufanda que para entonces está alcanzando los dieciocho kilómetros, cumple el ritual amoroso que el Supremo ha concedido a los héroes como merecimiento a su grandeza, mientras la fiel y obstinada Penélope no encuentra óbice para continuar su arácnida tarea… dos derechos un revés…dos derechos un revés…dos derechos un revés…

domingo, 8 de febrero de 2009

Mes cachondo

S
i en verdad febrero fuera el mes de la fiebre, como su nombre lo indica, todos los niños nacerían en noviembre, y eso no es verdad. Los seres humanos andan calientes los doce meses del año y fabrican chamacos bajo todos los signos zodiacales; no son como los gatos que según parece traen un calendario insertado en alguna de sus siete vidas y se la pasan todo febrero chillando y orinando puertas y ventanas de los domicilios sin que les importe si en ellos viven gatos o mojigatos. De las gatas que pueblan las noches de maullidos lastimeros, podría aceptarse la popular creencia de que por razones de género cuando sufren lloran y cuando gozan chillan; con eso se nos aliviará el remordimiento de conciencia de oírlas gemir sin lanzarles un misericordioso zapatazo que, dicho sea de paso, de enero para acá tiene más brillante destino cuando se le lanza a un presidente.
Dicen los estudiosos de la conducta animal, que en febrero se aparean los canarios, los canes y los comerciantes… digo: y los comerciantes hacen su agosto rematando la ropa de invierno e induciendo a los incautos a comprar lo que no les hace falta, para regalar abalorios y baratijas inútiles que ocasionalmente producen el efecto de aflojar la resistencia de la pretendida; lo que no siempre tiene un final feliz, pues se corre el riesgo de pasar del noviazgo al matrimonio en un abrir y cerrar de ojos y de piernas.
Lo muy obvio es que en febrero se excitan los directores del registro civil y las directoras de los programas de la infancia y la familia y, “para calmar sus ansias de novillero” como dice la canción, organizan año con año, matrimonios colectivos legalizando con bombo y platillo los arrejuntamientos de viejos que, en la tercera edad ya han pasado las dos primeras emparejados sin extrañar ni hacerles falta la ridícula acta de matrimonio que con tanta solemnidad reparte en ese día el registro civil sin ningún remordimiento de conciencia, todo lo contrario, creen que con eso están metiendo en el redil de las instituciones sagradas y sacramentadas a las y los borregos descarriados y descarriadas que vivían en pecaminosa mancebía. ¡Esa si es calentura institucional… calentura ajena!
En febrero cae también por lo regular el carnaval que, como todo mundo sabe, desde tiempos antiguos tiene el propósito de relajar las conductas, las conciencias, los esfínteres y todo aquello que el resto del año se mantiene apretado, contenido y fruncido por razones de convivencia pacífica y moral. En el lapso en que se entierra el mal humor, resucita Juan Carnaval y se remata con la ceniza del miércoles, el abuso y el desenfreno pasan a ser el pan nuestro de cada día, el relajo toma carta de naturalización y todo se trastoca en su contrario; se pasa de la solemnidad al relajo, del orden al desmán, de la sobriedad a la embriaguez, de la organización al despiporre, de la tranquilidad a la violencia y de la salud al VIH positivo; todo permitido y auto permitido; en estas condiciones la fiebre de febrero no tiene límites, puede verse en la calle escenas que una vez retratadas o filmadas pasan a formar parte de las páginas XXX del ciberespacio; así los que no alcanzaron a llegar al lugar de los hechos, sentados cómodamente frente a su computadora personal pueden participar de los calores de las carnestolendas y de las carnes telúricas. ¡Bendita ciencia!
En fin, sea ficción o realidad, aceptemos que febrero es el mes más cachondo del año.

viernes, 23 de enero de 2009

EL OLVIDO

Hagamos un sesudo estudio sobre el olvido que se apoya en el Boutique Open Síndrome (B.O.S.) o síndrome de la botica abierta, igualmente traducible por Olvido de Zipper, en virtud de que fue el famoso farmacéutico W.C. Zipper quien por primera histórica vez fue sorprendido en el descuido de no abrocharse la parte del pantalón que permite el ejercicio de la función acuática. Y bien, en aquél trascendental momento lo acompañaba su entrañable amigo y colega científico Main Hi Torio a quien se debe la patente del receptáculo que lleva su nombre.
Como todos los grandes inventos, este fue causal en casi un ciento por ciento, pues los amigos se encontraban tomando su acostumbrada botana de la una de la tarde, sentados en sendos cartones de cerveza de Bavaria, en el famosísimo bar de esa ciudad llamado “La fiebre del orín” cuando ocurrieron los hechos que dieron paso al gran descubrimiento.
Al principio el científico no quiso aceptar que su omisión era debida a lo avanzado de su edad, sino que trató de justificarla con la vieja teoría del spress pasport o entrega inmediata, apoyándola además en el entonces muy difundido uso de botones en ese rumbo de la indumentaria. No era totalmente descabellado su argumento; en efecto, desde el siglo XVI la botonadura para ajustar la ropa vino a sustituir al arcaico sistema de cintas con que se anudaban las prendas como camisas, calzones y, en fin, todas aquellas que dieron origen al concepto de desnudarse por desanudarse. Los botones efectivamente no cumplieron su función de abotonar hasta que se inventaron los ojales, pero cuenta la leyenda que el primer objetivo de la botonadura la impuso el príncipe de Gales al ver que los guardias se limpiaban los mocos con la manga de la guerrera; ordenó entonces que en las puntas de las mangas se les cosieran unos grandes botones metálicos, mismos que conservan los guardias de palacio y que con el tiempo pasaron a formar parte de la moda de corte inglés, trascendente hasta el siglo XXI, pues los sastres modernos siguen aplicando botones en las mangas de los sacos, aparentemente inútiles pero que, conociendo su origen, se explica la razón de su existencia. Los ojales y los botones en un principio dieron dificultades a los usuarios, pues no faltó quien, por el total desconocimiento de su uso, sufriera enfermedades de la columna vertebral al incurrir en el error frecuente de abrocharse el botón del cuello de la camisa con el ojal del calzoncillo.
Pero W. C. Zipper finalmente aceptó que su olvido no se debía a variables externas, sino al complejo que ahora lleva su nombre; sin embargo, antes de llegar a esa conclusión, tuvo que experimentar con la modificación de variables de las cuales mencionaremos algunas.
Variable Nothing beer o sea Nada de cerveza. Supuso que al no tomar su botana y “chelas” de la una de la tarde, evitaría el uso frecuente de la botonadura, pero no contó con que la cerveza no era el único diurético, así que fracasó su hipótesis por lo que optó por una segunda.
Variable fieltro pega solo o despega fácil. Mediante el uso de este sistema avanzó muchísimo en sus experimentos, pero encontró el inconveniente de que así como pega fácilmente con una sola pasada de mano, también se despegaba con la misma facilidad, sobre todo al sentarse en el banquillo del laboratorio, que lo obligaba a tener una pierna sobre éste y otra tocando tierra como lo indica la regla en el tiro de marrano de buchaca.
El control de la tercera variable lo puso en el mismo camino correcto pues fue cuando utilizó por primera vez la cremallera simple, que después perfeccionó dando origen al cierre de doble acción y más adelante a la introducción de materiales diversos para su confección, pues siendo metálico el primero, en tiempos más modernos se substituyó por el plástico y otras substancias flexibles y resistentes.
W. C. Zipper llegó finalmente al éxito de su investigación cuando partió de la hipótesis de que la decrepitud no es más que una regresión a la primera infancia, etapa en la que el humano no tiene noción de la función social del control esfinteriano, ni de las partes correspondientes en la vestimenta; por lo tanto la tendencia al B.O.S., acusa dos vías: una parasimpática y otra simpática. Algunos estudiosos añaden una tercera: simpatiquísima, pero no se necesita ser científico para observar que se trata de la segunda con solamente un grado mayor de intensidad. Bien, la vía parasimpática implica una inconsciente resignación ante la disfunción generacional que se recrudece conforme avanza la longevidad. La vía simpática contiene una fuerte carga social, pues implica rechazo inconsciente a todos aquellos que conforman la mayoría del grupo que conservan intactas sus funciones. Es pues el B.O.S. una omisión portadora de repudio social, y no como pudiera suponerse, un acto de exhibicionismo, pues carece totalmente de compulsión libidinal.
Por último y para abrochar con cierre de oro, conviene aclarar que W. C. Zipper por esta teoría fue nominado para obtener el premio Nobel de la micción.

lunes, 19 de enero de 2009

TRATADO DE LAS ASENTADERAS

Las nalgas son el centro educativo por excelencia. La vocación paterna de educar y corregir, se ejerce precisamente sobre las posaderas de nuestros resignados, pero afortunados hijos. Los códigos penales de muchos lugares, contuvieron por mucho tiempo el siguiente ordenamiento: “Los golpes dados y las violencias simples hechas en el ejercicio de corrección, no son punibles”.Esta disposición aparentemente intrascendente, dio a las nalgas categoría de centro educativo universal, porque si bien la norma no habla directamente del lugar donde los padres debemos golpear; en otra parte de la ley se castigan los golpes con ánimo injurioso o hiriente. Ahora bien, golpes como bofetadas, puñetazos al hígado etc., son ofensivos o lacerantes; en cambio las nalgas las hizo Dios carnocitas como pensando en que su diseño era muy propio para recibir nalgadas. Es curioso, pero mientras una cachetada despierta instintos asesinos, una nalgada mueve a veces hasta sentimiento de gratitud.
La función educativa de la región glútea no es ni con mucho la única ni la más importante: Siendo las asentaderas muy adecuadas para sentarse, están universalmente asociadas con dos grandes corrientes de pensamiento: por una parte con la producción intelectual, por la otra con el ocio y el descanso. Vistas de conjunto dan origen a las teorías del sedentarismo como etapa histórica del hombre coincidente con su florecimiento civilizador. No de chiripa Rodín hizo a su Pensador precisamente sentado; es decir, usando nalgas y cerebro a la vez. ¿Qué conexiones internas tienen estos tres órganos? La ciencia está aún en pañales al respecto.
El ocio se mide en la actualidad bajo el sistema métrico de horas-nalga. Una hora nalga equivale a la facultad de un ciudadano de permanecer culiatornillado en su sillón, ejecutivo o no, las horas enteras. Esta medida del tiempo ocioso es fundamental para calcular pérdidas, números rojos y monto de la deuda; y es aplicable a burócratas, estudiantes universitarios, líderes, diputados y charlistas de café. Las horas-nalga son el ocio lo que las horas hombre son al negocio.
Pero no estaría completo este tratado de las asentaderas si no tocamos el aspecto erótico del asunto, lo cual debemos hacer con la delicadeza necesaria para no ofender a nadie, ya que se trata de un tema peliagudo, en que puede un tratadista resbalar con el menor descuido.
Estadísticamente se sabe, por encuesta hecha en los Estados Unidos y publicada por Selecciones, lo que ya de por sí le da seriedad a la investigación, que a las damas tanto o más que a los caballeros, lo que más les llama la atención del sexo opuesto es precisamente la región glútea. Luego debemos concluir que el amor llega por el mismo camino que la educación.
El aserto cobra características universales, cuando dentro de culturas tan opuestas a la norteamericana, como las africanas de África y las africanas del Caribe, conceden tanta importancia a la zona trasera, como lo registra el adagio que afirma: “Si el negro no tiene la nalga bolea, el negro no vale na”.
Y bien ya que tocamos el aspecto racial, cabe hacer notar que en la clasificación de las razas, es precisamente la conformación glútea un rasgo característico digno de tomarse en cuenta, y en particular lo que caracteriza a las razas oscuras se conoce como estatopigia, nombre que hace referencia a su redondez y prominencia. En otras razas el acento no está en el asiento, lo que da variedad al rasgo digno de tomarse en cuenta. No sería imprudente conjeturar que muchos de los votos recibidos por Barak Obama, pueden deberse a parte del cuerpo aquí comentada.
La observación vulgar da clasificación también a la forma de esta interesante región del cuerpo humano, haciendo distinción entre nalga boleada, nalga vaquera y nalga canaria. La primera ya la describimos como característica de la negritud; la vaquera es mas bien atributo de los grupos arios y caucásicos; la canaria, como su nombre lo indica viene de can: nalga de perrito atropellado. Algunos platicadores de cafetín le atribuyen la calidad de triste, lo que ha conducido a su caracterización analógica de nalga de cebolla, por aquello de que son para llorar.
En estos tres grandes grupos caben casi todas las formas normales. La anormalidad por supuesto nos podría dar otras muchas distinciones.
Quede esta monografía como el primer ensayo introductoria a un tema de suyo interesante pero abandonado por razones absurdamente morales y mojigatas. Ojala investigadores mejor dotados que este servidor, añadan observaciones y análisis a la naciente ciencia nálguica.

domingo, 18 de enero de 2009

LA MANCHA DE LOS SANTOS

Dice la canción: “Me vinieron a vender un santo/ sin marco sin cristal y sin vidriera/ admirado pregunté ¿qué santo era?/ Es el santo más chingón de la pradera”.
Como mandada a hacer, le queda la estrofa a Carlos José María Abascal Carranza que, pesara tanto en tiempos de Vicente presidente y Martita Sahagún omniimprudente.
Abascal Carranza fue en efecto hijo de un… santón, por eso pesaba tanto dentro de un gabinete devenido de la ultraderecha mexicana. Su padre Salvador Abascal Infante cuenta entre sus ocurrencias el reclamo del reconocimiento oficial de la Iglesia Católica, en combate frontal con el cardenismo; apoyado por grupos fascistoides recalcitrantes. Fundador de la Unión Sinarquista, en León, Guanajuato en 1937 la vida de esa agrupación con él a la cabeza (¿?) corrió paralela en tiempos y ejemplos a la guerra española cuyos lemas trascendentales eran “viva la muerte” y “muera la inteligencia”.
El futuro santo Carlos Abascal nació en 1949, así que ya no le tocaron los retobos de la iglesia mexicana que había cobrado beligerancia entre 1926 y 29 con “la cristiada”, pero debemos suponer que en su ADN deben haber viajado los genes de la santidad, porque milagros, así lo que se llaman milagros, no hizo.
El respetable ciudadano mexicano Jorge Serrano Limón, que representa el culmen del pensamiento mogoloide, es el promotor oficioso de la santificación de Abascal Carranza; movido, acicateado, cuchileado por la reciente canonización de docena y media de mexicanos traidores a la patria pero subordinados incondicionales al Vaticano, jorgito serrano se ha lanzado a promover la santificación de quien fuera secretario del trabajo y de gobernación en el sexenio más chistoso que ha tenido México.
Si esto no pasara de ser un nuevo ataque esquizofrénico de Serrano, me opondría el primero a la canonización de Carlos José María Abascal porque este señor no se merece un tratamiento tan desprestigiado; creo que la categoría de funcionario distinguido, le concede mayores méritos al personaje que la pretendida santificación que sólo consigue posarlo en el altar del ridículo. ¿Quién le va a tener fe a un santo ex secretario de gobernación? ¿Patrón de que causas lo va a declarar la Iglesia?
Para mayor incongruencia, históricamente la santificación se ha aplicado a seres humanos imbéciles o sinvergüenzas o traidores o locos o ilusos o necios o autistas o depravados; nunca a seres humanos normales, y como quiera que sea don Carlos era una persona bastante normal, chapado a la antigua pero normal. No merece tan infausta memoria.

lunes, 12 de enero de 2009

DESVIEJADERO

La vejez es uno de los problemas que trae la vida civilizada y pacífica. En tiempos de guerra y en países guerreros, la vejez no es problema porque la gente muere joven de un misericordioso bombazo, como ocurre en Palestina donde la expectativa de vida es apenas de la primera infancia, gracias a los buenos oficios de los israelitas que los ayudan ejerciendo diariamente la legítima venganza. Estados Unidos, país altamente civilizado, mantiene permanentemente un flujo de jóvenes con destino a mataderos promovidos en diferentes países del orbe, ahora en Irak, ayer en Irán, mañana quizás en Paquistán, no sabemos el lugar, pero lo que importa para el caso es dejar anotado que los gobiernos inteligentes no dejan envejecer a sus ciudadanos porque los ancianos son un engorro.
México que es todavía en este siglo XXI un país semisalvaje, no ha desarrollado la política inteligente de mandar a matar a sus naturales; a lo más que ha llegado es a deshacerse de ellos por medio del destierro aparentemente voluntario, creyendo que van en busca de mejores horizontes. Una buena guerra con Guatemala ayudaría un poco a ambos países a solventar el problema de la indeseable ancianidad. ¿Y por que no? Una guerra contra Estados Unidos ayudaría mucho, al grado de que pudiera lograrse que para el año 2030 no hubiera ancianos en todo el territorio nacional.
Tenemos por el momento la suerte de que la guerra entre cárteles de la droga ha estado exterminando una buena cantidad de jóvenes, aunque no en la proporción deseada; todavía nacen más chilpayates de los que el crimen organizado logra eliminar, y aún el género femenino la va librando sin muchas bajas. Todavía se maneja con sensacionalismo en los medios el hecho de que alguna reina o alguna miss caiga en las garras de la policía, y lo más que les ocurre es que les dan encierro pero no entierro ni destierro.
La nación no tiene así una buena perspectiva, en treinta años más tendremos tantos viejos que el gobierno no podrá mantener a pesar de sus sistemas de pensionados, jubilados, incapacitados y demás ayudas a carcamanes insoportables y mantenidos. Urge encontrar alguna medida sabia para eliminar a los vejestorios: abandonarlos en algún zoológico a merced de fieras carnívoras a las que siquiera les sirvan de chicle, como lo hacían los esquimales antes de que les llegara la cristiana civilización; hacerlos galletas verdes o chito, que sirva de alimento a niños y mujeres como en la película de cuando el destino nos alcance; disecarlos rellenándolos de aserrín, borra o guata para pararlos en alguna vitrina de museo como se hizo en Girona, España con el negro de Banyoles; aprobar una ley que beque a los deudos jóvenes de suicidas viejos, en fin, hallar la manera de no tener que estar esperando a que llegue enero y febrero de cada año, tiempo en que se supone que la divina providencia agacha la vista para revisar quienes son los que ya pintan canas o les relumbra la mollera por la calvicie, para mandar por ellos. Ya no estamos en los tiempos en que se le permitía a dios cometer el atropello de dejar vivir a matusalenes o noes que excedieron el medio millar de años, por mucho que fueran “tragaaños”. Es necesario ponerle un hasta aquí al exceso de vida. Es indispensable dejar de atenerse al calendario, al duro cierzo invernal, al chipichipi mojapendejos, a la virulenta influenza u otros males que más mal que bien van haciendo su tarea, es necesaria una política inteligentemente planeada que lleve al México del 2030 a ser una nación de jóvenes exultantes y cachondos.

viernes, 9 de enero de 2009

ORACULITO 2009

CABAÑUELAS PREDICTIVAS

Son veinticuatro las profecías que me ha hecho llegar el mensajero divino por medio del profeta San Malaquías, (
malaquiasprofet@gob.com) dándome a conocer lo que habrá de suceder en un futuro pluscuamperfecto, en este planeta y satélites que lo acompañan, durante el año 2009 de la era cristiana, particularmente en México y países que nos mantienen… Si, que nos mantienen al borde de la crisis. Esta verdad que escucharán a continuación es tan grande que seguramente no les cabrá… la menor duda de su veracidad. Todo se cumplirá al pie de la letra o de la letrina.

ENERO.- Benedicto XVI canonizará dos santos mexicanos más, para gloria de nuestro suelo y aseguramiento del cielo, ellos serán: santa Concepción Acevedo de la LLata (A) la madre Conchita y san José León Toral. Mártires de la revolución que sacrificaron su vida por la bendita sotana; Conchita en las Islas Marías y León Toral en el paredón, por haber premeditado y ejecutado la muerte del repugnante enemigo de la Iglesia Álvaro Obregón, el Manco de Celaya que allá se lo haya en los merititos infiernos, de cuerpo entero… excepción hecha de la mano que se quedó aquí en un nicho en la delegación de San Ángel, ahora Álvaro Obregón. ¡Benditos sean!

FEBRERO.- El Doctor “Simi” abrirá trescientas veinte farmacias más y declarará setecientas ochenta veces que se postulará como candidato a la presidencia de la república en el 2010 o antes si es posible y que, nombrará como secretarias de estado a sus edecanes más buenas, ellas tendrán para todo el remedio (genérico) y el trapito de patente… que podrán quitarse cuando haga falta.

MARZO.- Híllary Clinton confesará que es adicta al cunilingus tanto como su marido al felacio y que ambos practican el método linguafón, por lo que se tambaleará el gobierno de ese país de timoratos, mojigatos y pelagatos. El despachador de gasolina tan afamado por haber sido novio de la susodicha, según su propio dicho, entrará en defensa de la secretaria de estado y atestiguará que con él no hubo ni de piña ni de mamey, con lo que quedará a salvo su reputación.

ABRIL.- Marcial Maciel Degollado será beatificado por Benedicto XVI para posteriormente declararlo santo patrono del reclinatorio.

MAYO.- Michael Jackson le enviará a Barack Obama la receta de su crema facial.

JUNIO.- Se descubrirá que están coludidos con los cárteles de la droga: Jesús Ortega, Dante Delgado, Jorge Emilio Gonzáles el niño verde, o de la verde, Manlio Fabio Beltrones y Elba Esther Gordillo. El asunto pasará desapercibido.

JULIO.- Vicente Fox declarará por enésima vez que ahora si consumará su matrimonio con Martha Sahagún, aún encima de Benedicto XVI, porque ya les anda a los dos, pues por increíble que parezca, están esperando la bendición papal para hacer por primera vez el sacratísimo malacatonche.



AGOSTO.- El secretario de Hacienda, Agustín Carstens, se atragantará en el tepanyaki del restaurante Súntory al tragarse un par de palitos de esos que dan en vez de tenedores, y pasará a mejores, teniendo que llevarlo a la rotonda de los hombres rotundos, inhumándolo con malacate y garrucha.

SEPTIEMBRE.- El cardenal Juan Sandoval Iñiguez y el malhablado gobernador de Jalisco, Emilio González Márquez, celebrarán un contrato de convivencia en donde el gobernador aportará el dinero del erario público y el purpurado se arremangará el albo para contar los billetes y el sobrepelliz para aquello de las pellizcadas. .

OCTUBRE.- La Gaviota Angélica Rivero hará un escándalo en los medios, al descubrir que su prometido el gobernador mexiquense Enrique Peña Nieto es más narcisista que Rodolfo Gelatino y que sólo la ha cogido… de pantalla y disimulo de sus bajos y masturbatorios instintos, estimulados por una fotografía oficial del profesor Carlos Hank González dándole de mamar (con biberón) a Emilio Chuayffet cuando era chiquito.

NOVIEMBRE.- Norberto Rivera Carrera saldrá a la carrera deportado a Estados Unidos para ir a responder de cargos de encubrimiento al pederasta, también cura, Nicolás Aguilar Rivera, ambos procesados y posiblemente resignados a que dios los coja confesados, serán condenados y enviados a Guantánamo donde los guardias se especializan en sopas de su propio chocolate.

DICIEMBRE.- Un tercer learjet se vendrá abajo. Mario Marín, el des gobernador poblano a quien se le había asignado el aparato, quedará convertido en camote de puebla a la marin-era.

DICIEMBRE.- Américan Express embargará bienes a Carlos Slim, por no pagar su tarjeta de crédito.

NOVIEMBRE.- En la hermana república de Cuba morirá Castro… Raúl Castro. El discontinuado hermano Fidel asumirá el poder por otros cincuenta años.

OCTUBRE.- Onésimo Cepeda y Silva, obispo de Ecatepec, será arraigado en su mansión, por los comprobadísimos “presuntos” delitos de lavado de dinero, simulación de actos jurídicos, insultos sacrosantos a la autoridad como ese de “A mi me la bautizan con la izquierda y me la confirman con la derecha”, así como otros ilícitos que se le sumen de aquí a octubre.

SEPTIEMBRE.- Joaquín Sabina recibirá el premio Nobel de literatura por su aportación extraordinaria de manera general y en particular por sus canciones “Ya eyaculé”, “69 punto G” y Una canción para la Magdalena.

AGOSTO.- Desaparecerá la vergonzosa prisión de Guantánamo que los “árbitros del los derechos humanos” han sostenido durante tantos años, nomás por sus purititos güerejos
“quigüis”.

JULIO.- Los guardias de Corps que con nuestros impuestos le pagamos a la familia Fox, frustrará un secuestro intentado contra Martita Sahagún quien cooperando con los guardias se defenderá con dientes y uñas, perdiendo en la refriega un costosísimo sostén recamado con dos rubíes rosados y una pequeñísima prenda que la prensa pudibunda omitirá mencionar, pero que es la que cubre precisamente la refriega.

JUNIO.- Carlos Fuentes escribirá un nuevo libro titulado “La región más contaminada… con mi retrato” y será propuesto por Carlos Monsivais para obtener el premio nobel del egocentrismo.

MAYO.-Ingrid Betancourt recibirá el premio nobel de la paz. Refrendará su candidatura a la presidencia de Colombia y será presidenta en el próximo período. Ya electa regresará a la basílica a agradecer el prefabricado milagro a la virgen de Guadalupe.

ABRIL.- Toda una generación de perros que nazcan en el 2009 tendrán la mala suerte de que sus amos les pondrán el nombre de George Bush, y los tratarán a zapatazo limpio.

MARZO.- En este crucial 2009 veremos la debacle de la Chrysler, la Chevrolet y la Ford, como productoras de automóviles llorando por un préstamo de rescate de 130`000,000.00 de dólares que nunca llegará. Sin embargo se unirán para producir implementos bélicos para apoyar las guerras de agresión contra oriente, y fabricarán máquinas espaciales. Se destacará la fabricación del primer cohete de pasajeros que abordarán todos los ejecutivos de las tres compañías para viajar con destino seguro y sin regreso a la chingada.

FEBRERO.- Hugo Chávez fracasará en su intento de enmendar la constitución venezolana en busca de la reelección. La oposición parafraseará al rey Carlos gritándole en su cara: “Por qué no te largas”.

ENERO.- En Irak será declarado héroe nacional Montazer al Zaidi, reportero que lanzó sus zapatos contra el carnicero Bush, a la vez que le gritaba “Este es el beso de despedida, perro”. La sociedad protectora de animales, protestará por comparar a los perros con un ser tan repugnante como George Bush. Henry Kissinger y Condoleezza Rice, únicos fanáticos del ex presidente, lo propondrán para el premio Nobel de la cabeceada. Por su parte Osama bin Laden propondra para las olimpiadas de 2012 se agregue a las competencias el tiro de zapato al perro callejero.

PREDICCIÓN INEQUÍVOCA: Al terminar el año todos seremos más pobres, más viejos y más pendejos.


Magno Garcimarrero.

jueves, 8 de enero de 2009

EL RINCON DE LOS ENCUERADOS

La llamada telefónica de nuestros amigos los Smitson era de Cancún, no de Nueva York donde residen; él en su español chancualeado y yo con mi inglés de película de vaqueros sin títulos abajeños, logramos entendernos. Nos invitaban con todos los gastos pagados a pasar tres inolvidables días (entre semana en temporada baja) al Nude Corner Hotel de Can Cun. Como no tenía vacaciones, me hice el agónico y obtuve una incapacidad apócrifa que le hice llegar al director de la oficina donde trabajo. Ya en el avión, volando a diez mil kilómetros por hora y a cinco mil pies de altura, me di cuenta que el nombre del hotel era traducible al castellano por Rincón de los Encuerados.
-¡Madre Santa!- le dije a mi mujer, ¡Se me hace que vamos a un campo nudista!
-¿Y ahora qué hacemos? Preguntó ella.
La alternativa no era ni para pensarse. Entre tirarnos del avión en paracaídas o pasar tres días en cueros, esto último resultaba menos peligroso.
Llegamos al aeropuerto donde ya nos esperaba un helicóptero, único medio de acceso al Nude Corner. En el helipuerto del hotel, un señor vestido con dos pequeñas banderas de cuadritos negros y blancos le hizo indicaciones al piloto. El aparato descendió sobre un dibujo de tiro al blanco y posándose, el piloto anunció: fuera trapos.
En ese lugar, pisar tierra debe hacerse descalzo…hasta la nuca. Se permiten gafas, un pequeño sombrero si el sol es muy fuerte y alguna cadena de oro en cuello, cintura, muñeca o tobillo, para el caso de que el nudismo total diera algún problema de inhibición al cliente.
Se notaba que los pasajeros que iban en el mismo autogiro no eran primerizos, porque antes de tocar tierra festejaban entusiasmadamente la llegada lanzando al aire camisetas, calcetines, blusas, pantalones; de tal modo que al abrirse la puerta hicieron un descenso triunfal en plena desnudez. Nosotros, por supuesto, nos enfrascamos consternados en una discusión respecto al punto preciso en que termina el nudismo y principia la impudicia, y donde acaba ésta y comienza la pornografía. Ante la dificultad de ponernos de acuerdo, salté del aparato con la natural indumentaria de una mano adelante y otra atrás, y dejé que mi pareja decidiera su propia vergüenza.
Nuestros amigos habían ido a recibirnos como lo indicaba la etiqueta del lugar: desnudos; así que al verlos desde lejos calculé de inmediato que no debía abrazarlos; quizá darles la mano, tal vez un saludo frío y a distancia era lo más recomendable. Ellos corrieron hacia mí. Jamás antes los había visto desnudos, así que hundido en la confusión yo también corrí compulsivamente, pero no a su encuentro sino en sentido de huida desesperada, para esconderme tras el helicóptero; pero en ese momento el aparato levantó el vuelo para ir por otro viaje de encuerados.
A dos metros de altura se detuvo por unos instantes y un pie lanzó a mi querida esposa por la puerta; ella dio una marometa en el aire y cayó parada. Vestía unas bonitas bermudas y una camiseta a la chiquitibúm, que si bien en un estadio futbolístico hubieran parecido sensacionales, en el Nude Corner Hotel Resultaban ser punto menos que los hábitos de la Madre Matiana. Inmediatamente intervino el cuerpo de vigilancia, o mejor dicho, los cuerpos, porque eran varios señores muy correctamente desvestidos que, con palabras muy decentes trataron de convencer a mi adorada consorte de que estaba infringiendo las normas de admisión, y de que de no abandonar esas ridículas prendas, la invitarían a abordar el helicóptero de regreso.
En un campo nudista luego se echan de ver los novatos como nosotros, porque a diferencia de los veteranos, somos bicolores; esto es, algo morenos en la parte que habitualmente se intemperiza, y pálidos lechosos en donde el traje de baño cubre la piel; de tal suerte que con sólo vernos los dos tonos todo mundo nos daba la bienvenida y nos preguntaba de qué agujero habíamos salido. Por supuesto que al segundo día ya estábamos bastante parejos de pigmentación y al último rechazábamos la pura idea de entrar en la opresión de los zapatos, calzoncillos y camisetas.
Todo iba muy bien. Nuestro regreso estaba programado para el atardecer de ese día, cuando en la remesa de la mañana, entre un grupo de caballeros miro llegar nada menos que a mi jefe.
-¡Mi madre! Grité involuntariamente sobrecogido por la sorpresa, recordando la falsa incapacidad.
-Si son puros hombres, viejo- me dijo mi compañera- no creo que ahí venga tu madre.
-Por favor mujer, hice una exclamación, no un anuncio.
-¡Ah bueno! Por un momento creí que mi suegra nos sorprendería en estas condiciones.
-Peor aún, vieja, ahí viene mi jefe. ¿Qué hago?
-Ni te agaches, al fin que ya solo faltan seis horas para irnos, y además, lo más seguro es que aunque te reconozca se hará el disimulado, pues si te fijas, en ese otro grupo que viene atrás, identificarás a su secretaria ejecutiva.
Seguí su consejo, sabio por cierto; el hombre me miró y se pasó de largo como si nunca me hubiera visto; yo seguí al otro grupo con la mirada; por la espalda todos eran parecidos, así que arreglé mi mente para convencerme que, efectivamente, me confundí yo.

SAN JESUS MALVERDE

Cuenta la leyenda que Jesús Malverde nació predestinadamente la noche del 24 de diciembre de 1870 (otra versión poco creíble y carente de magia, dirá que nació en enero de 1888) en Paredones, Sinaloa. Hijo natural de una mujer llamada Guadalupe Juárez o Guadalupe Mazo. Una pretendida acta de nacimiento levantada en Paredones, la registra como madre del niño presentado con el apellido Malverde, aunque este cognomen le fue puesto a Jesús cuando ya era salteador de caminos, por lo que es dudoso que su madre lo llevara como apellido. El apodo Malverde es realmente una referencia al mal verde como se le conocía en la época del porfiriato al daño que causaban los salteadores saliendo de la espesura de los bosques para atacar a los viajeros. Se cuenta también que el personaje biografiado, murió el 3 de mayo de 1909 a causa de una herida de bala mal curada y que, siendo un bandido generoso, le pidió a uno de sus compañeros bandoleros lo entregara a las autoridades para cobrar el rescate y repartirlo entre los pobres. Parece que la única fecha cierta que se tiene es la de su muerte, mandada a ejecutar por el gobernador del estado General Francisco Cañedo. La certidumbre de este suceso hace más segura la versión de que nació en 1870. Murió a los 39 años, un mes antes que el gobernador Cañedo que falleció de pulmonía en junio. Poco tiempo había asolado el bandido los alrededores de la capital sinaloense entre los años de 1905 a 1909, después de haber llegado a la zona de Los Altos de Culiacán a trabajar como jornalero en el tendido de la vía férrea del Ferrocarril Occidental de México.
El 3 de mayo de 1909 Cañedo que cursaba el treintaidosavo año de gobierno por obra y gracia de su compadrazgo con don Porfirio, mandó a ahorcar a Malverde, disponiendo además que se dejara colgado el cuerpo hasta que se pudriera y cayera al suelo, sin derecho a ser enterrado; todo ello para ejemplo y escarmiento de quienes pretendieran emularlo. La gente del pueblo que había recibido los beneficios del bandido generoso, fue depositando piedras encima del cadáver, ante la prohibición de inhumarlo, hasta cubrir el cuerpo insepulto, después pusieron sobre el túmulo una cruz y lo declararon santo laico, patrón de los que medran fuera de la ley; más adelante erigieron una capilla a la que hasta ahora van a dar gracias quienes han logrado pasar un cargamento de droga o a pedir que no los alcance el fuego amigo o enemigo. Arturo Pérez Reverte en su muy recomendable libro “La reina del sur” consigna el culto y adoración de ese santo civil a quien se le atribuyen incontables milagros en sufragio de los hampones más urgidos.
El culto a San Jesús Malverde tiene fieles en Sinaloa, en Baja California, en Jalisco, en Colombia, en Los Ángeles, California, EE. UU. Etc. Etc.
Puede que la historia de este “ángel de los pobres” sea falsa, pero no es más falsa que la de muchos santos que gozan de lugar en el calendario católico, por mencionar sólo algunos: San Pedro que para haber sido el primer Papa como se sostiene falsamente, tuvo que haber vivido más de trescientos años. San Tiago o Santiago o Jacobo o Jácubus que la iglesia afirma desvergonzadamente que está enterrado en Compostela. Santa Elena, madre del emperador Constantino, aventurera y chismosa que inventó el encuentro de la cruz de Jesús sacrificado, después de trescientos treinta años de estar perdida. Bernardette de Lourdes aquella trastornada que creía que la virgen le hablaba. San Juan Diego, personaje tan caricaturesco como Mickey Mause o el Pato Donald de quien su canonización debemos tomar como un gran golpe de sentido del humor de Juan Pablo II y nada más. Y otros muchos que el Papa Juan XXIII en un arrebato de sinceridad discontinuó por formar parte de un engaño perpetrado durante más de mil quinientos años, insostenible frente a seres humanos mejor preparados.