jueves, 28 de enero de 2010

DÉCIMAS REVOLUCIONARIAS

Decir “tierra y libertad”
es recordar a Emiliano
quien con su treinta en la mano
reivindicó su verdad,
la dio a la posteridad
como logro de esa etapa,
y un poeta de Xalapa
que fuera Lizt Arzubide
dio memoria que aún pervive
de la muerte de Zapata.

La música de protesta
marcó un hito en la nación
pues protestar en canción
divierte más, que molesta,
pero al fin pica la cresta
de quien es destinatario
del ácido comentario
y la crítica mordaz
pa’ que no descanse en paz
de la cuna al novenario.

El desterrado es ejemplo
de lo que afirma la gente:
cuando el amor es candente
te ha de llevar hasta el templo,
te atonta, te vuelve lento
te pone trampas y tretas,
nada acatas ni concretas,
te da por salir huyendo
y regresarte corriendo
jalado por dos… carretas”.

La cama es un artefacto
que ocupamos media vida,
debe ser a la medida
y recia a cualquier impacto
pero hay que usarla con tacto
sin arrebatos de fiera
ni arrepegones de hiedra
en caso de compartirla
pues hay riesgo de partirla
si no es la cama de piedra.

No falta música dulce
a pesar de los balazos,
que el alma se hace pedazos
cuando el entrepecho sufre,
y aunque el ánimo se estruje
bajo el balcón de la ingrata
se cuelga la serenata
y en el canto mañanero
viaja el beso balconero
que la pasión te desata.

Un trauma mal aliviado
fue haber nacido tejano
y quedar del otro lado
cuando el vecino tirano
compro lo pavimentado.
La pena no se ha curado
la herida to’vía no sana
miramos de mala gana
al paisano desahuciado
que emigra desesperado
a lo que vendió Santana.

Villa montaba seguido
se casó dieciocho veces
pues sus modales corteses
lo hacían ser muy buen marido,
la fama de forajido
y de modales de apache,
(perdonen que lo remache,)
pero yo no me los creo,
de porte gentil lo veo
montando el Prieto Azabache.

Huerta tuvo mala fama
era dipsómano y falso
pura carne de cadalso
con tufo de marihuana,
y aún así murió en su cama
este hombre de mala facha,
su conducta fue tan gacha
que el pueblo, siempre sincero
le puso apodo certero:
le decían “La cucaracha”

La Habana ha sido el destierro
del que huyendo por su vida
no encontró mejor salida
para evitar el entierro
y aunque arriesgando el encierro
de vuelta el camino toma
y a su terruño se asoma
para terminar el viaje,
va adelantado un mensaje
en alas de una paloma.

“Siete Leguas” era yegua
no como dice la Olmos,
no se fijó, para colmos
y por completo la riega,
dicen que de la refriega
ni siquiera oyó los ecos
de adorno le hacían dos flecos
en las crines color bayo,
era yegua, no “caballo”
como hablan los yucatecos.

Por la fuerza hasta el cuartel
llegó un soldado de leva
y en “la bola” ya se enreda
al mando de un coronel,
mala fortuna de aquel
que lucha por la pitanza
y que sin tregua ni pausa
es obligado al combate
y en la duda se debate
peleando sin una causa.

Los mexicanos cantaban
a las armas que blandían,
pero aquí no las hacían
a los gringos las compraban
y esos hasta se las fiaban,
a su gusto hacían la venta
y sin que se dieran cuenta
harta chatarra vendían
que tronaban, mas no herían
así eran los treinta treinta.

Pero no todo fue bronca
hubo beso y apapacho,
damas como Rivas Cacho
andaban de boca en boca,
las admiraba la tropa
y ellas en frívolo plan
escogían un capitán
y con aires de condesa,
como la María Conesa
no les valía el “qué dirán”

DÉCIMAS DEL BICENTENARIO

VOCES DE AMÉRICA
La libertad es quizás el valor más apreciado por los seres humanos, está aún por encima del valor vida, de modo que no nos sorprende que haya quienes sacrifican su propia vida en aras de la libertad de los demás.

Los que hemos tenido la suerte de nacer libres en Latinoamérica, estamos disfrutando de esa ofrenda libertaria que nos dieron héroes como Antonio José de Sucre, Bernardo O’Higgins, Jean Jacques Dessalines, José Artigas, José de San Martín, Fernando de Paula Santander, José Martí, Miguel Hidalgo, Josefa Ortiz Girón y José María Morelos entre muchos otros.
Para ellos nuestro homenaje de gratitud, ahora que en México se cumplen doscientos años de que se encendió la llama de la liberación, y cien de la revolución que proclamó la justicia social.

En los 30 años que corrieron entre 1789 a 1829 sucedió un prodigioso fenómeno social: vientos de libertad barrieron la crudelísima práctica de dominación, desigualdad y esclavitud sobre la que se había cimentado la vida económica y ética de la cultura occidental hasta ese entonces.

Desde las meridionales tierras argentinas hasta los tórridos desiertos del norte mexicano, el pulso libertario latió acompasadamente también en Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Nicaragua, Paraguay, Perú, Uruguay, Venezuela y tardíamente Cuba.

No sólo las armas atronaron. Un canto de libertad se escuchó en las voces de los cantores de antaño y ha quedado como patrimonio universal.



DÉCIMAS DE AMÉRICA LIBERADA

Parece cruel condición
someter a otras naciones
y cometer violaciones
de la ley y la razón,
la historia da explicación
de lo que pasa en verdad:
esa lucha sin piedad
que como Caín y Abel
hace triunfar al más cruel
y anula la libertad.

La cruz del sur alumbró
bajo su luz diamantina
a la nación argentina
que del yugo se libró,
cuando el opresor huyó
al resguardo de las olas
a su nación española
el país se hizo vigente
con esfuerzo de su gente,
la Patria no se hizo sola.

América una nación
para los americanos,
habitada por hermanos
libres de toda opresión,
Simón Bolívar soñó
y su sueño americano
se diluyó en el arcano
como una parvada de aves,
hoy lo pretende Hugo Chávez
con ínfulas de tirano

Neruda a Chile cantó
la llamó “patria nevada”
y “volcánica” añadió
libre como llamarada.
Por años encarcelada
por nefasto dictador
que le inflingió el peor dolor.
Hoy ya de nadie depende
y para O’Higgins y Allende
hay una tumba de honor.

Los chismes no son mi ahorro
y enterado de algún modo,
supe que tuvo un apodo
don Miguel Hidalgo: El Zorro.
Este velo que descorro
la historia lo había ocultado,
pero hoy, ya en gastos entrado
lo he traído a colación,
Miguel no fue santurrón,
fue un valiente consumado.

Fue Josefa Ortiz Girón
heroína castigada
pues la mantuvo encerrada
su esposo el Corregidor,
más sin perder el valor,
disfrazando su escritura
le mandó un recado al cura
Hidalgo hasta su curato.
Alguna vez su retrato
en los quintos fue figura.

Un cura tocó a rebato
la campana de oración
y convocó a una nación
desde su humilde curato,
esto pasó en Guanajuato,
en la iglesia de Dolores
allí llegaron los pobres
arrastrando su indigencia
gritaron: ¡Independencia!
y le rindieron honores.
De entre los héroes pioneros
que forjaron la Nación
y dieron Constitución
para regir a los pueblos,
está el General Morelos
tan genial y visionario
que cambió el devocionario
por el fusil a la mano,
llamó al oprimido: hermano
y al opresor: victimario.

Sin parpadear tan siquiera
habló Vicente Guerrero
dijo: “La patria es primero”.
Hoy su palabra es eterna,
divisa del que gobierna,
derrotero de Juan Pueblo
que entre trabajo y desvelo
se afana por su familia
y su aspiración concilia
con la razón de Morelos.


Enero 2010. M. G.