domingo, 6 de enero de 2013

PROCREADURÍA DE JUSTICIA




Procrear es cosa sencilla

aunque requiere de esmero,

puede servir de asidero

un escritorio, una silla,

oficina o ventanilla,

cualquiera parte es propicia,

todo arrumaco es caricia

para hacer una creatura

cuando el que procrea, procura

procrear en plena justicia.



Como el martín carpintero

que martillar es su oficio,

el procrear se vuelve vicio

ya puesto tras del trastero,

porque la cuesta de enero

menos cuesta en compañía,

un caldito es ambrosía

a quien nadie le hace gestos

aun resultando funestos

los oficios de una espía.



Procrear es obra divina

si de amar a Dios se trata,

lo contrario es cosa ingrata

que la justicia incrimina.

Si a la moral citadina

le ofende la procreación,

pues vaya esta maldición

a quien con cámara en ristre

le dio al pájaro, el alpiste

de su impúdica visión.

M.G.