lunes, 5 de septiembre de 2011

PARÁBOLA DE LA CIZAÑA

A un hombre de buena entraña
De agricultor aprendiz,
Le sembraron la cizaña
En su platel de maíz,
Más, careciendo de maña
La parábola ignoró
Y en desbrozar ocupó
Tiempo, dinero y compaña,
Creyendo que era una hazaña
El esfuerzo que ponía
Encarando día con día
Del enemigo la saña.

Su plan se trocó en patraña,
A todos daba gran pena,
Pues por quitar la cizaña
Quitaba la yerba buena
Y de su maizal, la caña
No rindió buena faena,
Agotó así su cultivo
Dejando el campo pelado,
Todo lo que había sembrado
Sufrió el daño y el derribo,
Y como el refrán dijere
Esto se vino a acabar
En lo que era de esperar:
Mala yerba nunca muere.
Hoy se oye el correvedile
Del sembrador aprendiz
Que sembró mucho maíz
Y cosechó puro chile.

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