viernes, 4 de febrero de 2011

ENVIDIA Y AVARICIA

Un regiomontano que trabajaba arduamente para ganarse unos pesos, observó a un jarocho que se acomodaba a la sombra de un árbol a tomar la siesta, un poco molesto le dijo: “la pereza es un pecado capital” y el jarocho le contestó: “la envidia también”.
Yo no siento envidia de lo que dicen que gana la presidenta municipal de Xalapa, me parece que echarse a cuestas una responsabilidad del tamaño de un municipio merece una buena compensación, quisiera sin embargo que cada jalapeño, cada veracruzano, ganara diez mil pesos diarios como se denunció anónimamente que gana ella o cuando menos seis mil pesos diarios como se dijo igual del regidor Cisneros; pero desgraciadamente, aunque se lo merezcan, no es cierto, no puede ser cierto; ningún político votado por nosotros puede carecer de la sensibilidad de arrogarse un salario semejante, cuando los salarios mínimos diarios para esta región apenas rasguñan los sesenta pesos para el pueblo llano, de ser verdad constituiría una acción de lesa sociedad… Pero es necesario que se desmienta por la misma vía, que se publique el desmentís, que la contraloría interna del municipio avale públicamente la nómina, y que la Legislatura local cite a comparecencia a la presidenta, para satisfacción de los que se han sentido ofendidos por la magnitud de las cantidades que se manejan en el documento señalado de apócrifo. No basta sólo decir que es falso y no atendible porque no tiene firmas ni sellos, y digo no basta porque conociendo la seriedad del periódico donde originalmente fue publicado, se que su director no suelta “borregos” infundados y falsos, entiendo que la publicación fue anónima para quienes la leímos, pero quien la recibió en redacción tuvo que haber averiguado quién y bajo qué condiciones la hacía llegar, de otro modo no se hubiera publicado. Quiero cometer el atrevimiento de suponer que cuando llegó a redacción ya traía la anuencia de más arriba de darse a conocer para que, de ser cierta, se tomase la molestia de revisar y ajustar sus emolumentos en una proporción justa, equitativa, que no ofenda a la sociedad, sin perder de vista las proporciones en que se mueve la economía salarial en la ciudad y en el Estado y, abonar la congruencia con la política de austeridad que el gobernador Duarte ha propuesto y repetido en todos los medios de comunicación y que parece ser que habrá de caracterizar su mandato.
Es cierto que el municipio es libre por determinación constitucional, de modo que pueden asignarse los sueldos que quieran, sin que tenga qué inmiscuirse la legislatura del estado ni el mismo ejecutivo, ni el poder judicial de no haber denuncia por algún delito, pero, la infiltración noticiosa al estilo wikiLeaks cae de momento en medio de un escándalo de abuso de autoridad cometido por 125 funcionarios municipales que confundieron las arcas con sus propios bolsillos y de un ajuste general de sueldos y emolumentos de todos los funcionarios en atención a una propuesta de austeridad administrativa, y de una inconformidad ciudadana por la marcha atrás respecto a la eliminación del impuesto a la tenencia de vehículos, y todo ello después de dos sexenios de dispendios, gastos superfluos y gatos retozones que nos tienen escamados a toda la población. Gobernador y diputados se ha cuidado de ir más allá de una opinión, para no lesionar la autonomía municipal, pero… si ellos cuidan las formas y la legalidad muy congruente sería que todos hicieran lo mismo.
Dicen los psicólogos que la envidia se da entre iguales, yo no envidio a Carlos Slim, envidio a mi hermano Benjamín. Por eso supongo que quien filtró la información fue alguien de adentro del mismo ayuntamiento, que sintió ofensiva la desproporción de compensaciones o bonos dentro de una misma lista de personajes “de confianza” que componen un todo: el ayuntamiento de Xalapa, y dentro del cual el que más gana se anota trescientos mil pesos mensuales y el que menos solamente cinco mil setecientos.Los ciudadanos tenemos derecho a opinar, no sólo porque les dimos nuestro voto cuando fue necesario, sino también porque cumplimos sin protestar pagando los impuestos cuyo destino es precisamente el pago que reciben los funcionarios por funcionar, así que lo menos que podemos reclamar es que no sean avariciosos que no abusen, y que nos rindan cuentas ciertas.

1 comentario:

  1. Cuentas claras, conciencia tranquila. Cuentas oscuras, insomnio seguro. Como yo no puedo pedirle demasiado a la que nunca está sola, sólo le pido que ponga botes de basura en todas las esquinas y flores en todas las tierritas posibles.

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